AGUALUMBRE CELEBRA DOS AÑOS DE GASTRONOMÍA CON UN FESTÍN DE SABORES
Por: Daniela Gutiérrez
Imágenes: cortesía de Agualumbre
Se sabe que Puebla es un destino gastronómico célebre en toda la república. En esta ciudad se erige Agualumbre, un restaurante que encapsula la esencia de dos elementos esenciales y contrarios: el agua y el fuego. Este mes de junio, Agualumbre celebró su segundo aniversario, consolidando su posición como un templo culinario donde la autenticidad de los sabores y la innovación se dan la mano bajo la batuta del chef Alex Ruiz.
Aquí, los comensales pueden degustar platillos de la huerta, del mar, del comal y la parrilla, todos preparados con un fervor casi ritualista. La cocina de Agualumbre cuenta con un horno, rostizador y comal exclusivos que son el alma de sus creaciones culinarias. "Resaltar la autenticidad de los sabores, utilizando productos locales", dice el chef Alex Ruiz, encapsulando su filosofía culinaria.
Un encuentro de sabores y talentos
Para conmemorar este hito, la semana pasada, Agualumbre organizó una celebración que reunió a algunos de los talentos más destacados de la escena gastronómica mexicana. Invitados especiales como Oscar Torres, chef de Animalón, Carlos Valdez “Tatanka” de Tatanka La Paz, y Fernando Hernández del restaurante poblano Moyuelo, se unieron a Alex Ruiz para ofrecer una cena especial que fue un festín para los sentidos.
Cada chef aportó un platillo con su propio toque personal, al mismo tiempo que resaltaron la esencia de la cocina de Agualumbre. Oscar Torres abrió la velada con un tiradito de kampachi con leche de tigre, manzana y chayote, una explosión de frescura y acidez que preparó el paladar para lo que venía.
Carlos Valdez “Tatanka” continuó con un abulón sellado rebanado en salsa tonnato, elaborado con alcaparro, anchoa, jugo de abulón, jugo de limón y mayonesa. Un platillo cuyo sabor casero evocaba la tradición y la innovación en perfecta armonía.
El tercer tiempo, una creación del chef Alex Ruiz, fue un viaje directo a Oaxaca: una tostada de insectos con gusano de mar, chapulín y chicana. Un platillo audaz que celebraba las raíces prehispánicas y la biodiversidad de la región.
El preámbulo del final dulce llegó con el pork belly encacahuatado con curry rojo del chef Fernando Hernández. La combinación de texturas y sabores en este platillo era un testimonio de la creatividad y la destreza culinaria.
Para cerrar con broche de oro, el chef repostero de la casa, Valentín Morales, nos deleitó con una crema de leche quemada acompañada de helado de rompope y sorbete de pitaya con crujiente de almendra y avellana. Un postre que era tanto un guiño a las tradiciones mexicanas como una explosión de innovación.
Maridaje perfecto
Los platillos fueron acompañados por una selección de vinos Gérard Bertrand, cada uno escogido para resaltar los sabores únicos de cada tiempo. El Aigle Noir, un vino blanco de uva Viogner, el vino naranja Orange Gold, un ensamble de Viogner, Chardonnay, Marsanne, Mauzac, Muscat y Garnacha blanca, y finalmente, el Héritage 1886, un tinto elaborado a base de Garnacha, Syrah y Mourvédre.
Ubicación y futuro
Ubicado en Boulevard Atlixcayotl 1499, Plaza City Angelópolis, Agualumbre es una experiencia que celebra la diversidad y la riqueza de la gastronomía mexicana. Con su énfasis en productos locales y técnicas tradicionales, el chef Alex Ruiz ha creado un espacio donde el agua y el fuego, elementos esenciales y contrarios, se encuentran en perfecta armonía.
Dos años pueden parecer poco en el mundo de la gastronomía, pero en Agualumbre, han sido suficientes para establecer una leyenda. Puedes reservar aquí.