En un intrigante cruce entre moda y arte, Sánchez-Kane explora la relación entre el cuerpo-vestido y la forma en que percibimos el mundo y nos relacionamos con él. Su trabajo profundiza en cómo la vestimenta influye en nuestra identidad y expresión personal.

Sánchez-Kane, quien utiliza los pronombres "ella" y "él" de manera alternativa, se interesa en desafiar las normas convencionales de identidad y autoexpresión a través de sus prendas y esculturas. Buscando romper la estructura establecida y reutiliza objetos tradicionales, creando un constante quiebre que desafía las expectativas.

La exposición comienza con una tienda emergente en el vestíbulo de la galería, que presenta artículos de su última colección, sirviendo como introducción a su obra artística. La exposición principal se inspira en un tratado de diseño de la década de 1920 que buscaba transformar estructuras de venta en vitrinas de moda codiciadas. Mediante la repetición de patrones con variaciones sutiles, Sánchez-Kane crea una serie de esculturas "vestibles". Estas estructuras deforman, expanden y multiplican materiales, dando vida a lo que ella denomina "monstruos".