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UN REFUGIO DE BIENESTAR Y TRANSFORMACIÓN: BARRE STUDIO | FER DÍEZ

Por: Sofía Ordoñez
Imágenes: cortesía

Un estudio que visualiza al cuerpo como el medio por el cual conocemos el mundo. Un proyecto único que se ha formado gracias a su comunidad. En una entrevista exclusiva con M Revista de Milenio, Fer Díez, fundadora del estudio, habló sobre su trayectoria.


¿Cómo fue que nació BARRE STUDIO |  Fer Díez? ¿Qué te inspiró?

Este proyecto nació por accidente, sin planes, fue un proyecto que me regaló la vida. Tuve la fortuna de estar rodeada de la gente correcta que me encaminó a desarrollarlo y plasmar en algo concreto mi visión. Barre Studio nació un 17 de marzo de 2020, en el segundo día de la pandemia. Una amiga me escribió para pedirme que le diera clases, ya que le he dedicado toda mi vida al baile. Siempre me intimidó no estar a la altura de los maestros y maestras de gran calibre que me he cruzado a lo largo de mi camino, pero la vida no espera y hay que tomar las oportunidades cuando llegan. Ana fue mi primera alumna y así, sin poder anticiparlo, se empezó a formar un grupo de buen tamaño al que le daba clases. Durante tres meses Barre Studio fue gratis, de voz en voz y sin ser una apuesta a largo plazo. Mi primera generación oficial fue de 20 alumnas y empezamos a crecer juntas, de manera online se fue consolidando una comunidad. Para finales del 2021 que ya empezaba a haber un regreso a la vida cotidiana, tuve que tomar la decisión de actualizar el proyecto o dejarlo ir, así fue que llegamos a nuestro primer estudio presencial en San Ángel. Durante dos años di clases yo sola. Esa constancia y nuestra comunidad tan espectacular fueron lo que permitió que el proyecto se convirtiera en lo que es hoy. Expandimos el equipo con una capacitación rigurosa de cuatro maestras y la entrada de mi studio manager y mi brand manager, que ahora me ayudan a pautar el camino.



“No somos nada sin las personas que nos cruzamos en el camino”.



¿Cómo describirías al estudio en una palabra?

Santuario, en el sentido en el que es el lugar al que acudes para ordenarlo todo, un lugar que salva.


Llevas bailando toda tu vida, ¿cuál fue el primer encuentro que tuviste con el barre, cómo te hizo sentir y cuál fue la diferencia en esta fusión que creaste?

Mi primer gran amor fue el flamenco, que entonces me llevó al ballet en el que empecé a los 8 años. Lo que me gustó de esta práctica clásica fue la exigencia, la rutina y la repetición. Barre Studio fue mi manera de regresar a esto que tanto amé, fue mi manera de sanar a través de un método completamente puro y propio.


¿Cuál es el método que se lleva a cabo en las clases?

Tenemos dos líneas metodológicas, la línea de la progresión mensual, que quiere decir que las primeras semanas del mes son más lentas, más básicas, más sostenidas, una oportunidad de regresar a las bases, hacer conciencia de los mecanismos que operan detrás de las posturas para que con esa conciencia puedas avanzar a lo largo del mes y que la velocidad y la complejidad coreográfica puedan aumentar sin perder la línea técnica. La segunda línea metodológica está dividida por enfoques, a cada día de la semana le corresponde uno, se trata de un rompecabezas: el lunes de técnica es lo más valioso y propio que tenemos, martes de lower body, miércoles de abdomen, jueves de upper body, viernes de full body, sábado de stretch y resistencia y domingo libre.  Es un método que apuesta por alumnas que quieran ir diario y busquen conocer el rompecabezas completo.

¿Qué es lo que diferencia a este barre de los demás?

El gran diferenciador en términos de método es la técnica y la conciencia de las líneas del cuerpo y la pureza de las posturas.

¿Cuál es tu parte favorita de la comunidad que se ha creado y el ambiente que hay entre clases?

Hablando de diferenciadores, sin duda alguna lo que nos hace ser el estudio que somos es nuestra gente, es un lugar en donde no tenemos clientas ni alumnas, tenemos amigas y hermanas. Entre todas se construye este lugar, desde un sentimiento de ser socia. La parte de la comunidad es lo que nos permite hacer lo que hacemos y nuestra prioridad es seguir cuidando este pilar. Nuestro fuerte es este vínculo real que existe y que buscamos que perdure.


¿Cual es la misión del estudio?

La misión es poner en el centro de todo al cuerpo como vehículo, entender que es la herramienta a través de la cual sientes y entiendes el mundo. Lo que buscamos es que esta herramienta esté lo más pulida posible, lo más sensibilizada, porque es desde ahí desde donde operamos y tomamos decisiones. La misión es hacer este giro y esta comprensión del cuerpo en términos de operatividad.



Si el cuerpo está dormido, tu acceso al mundo está dormido”.



¿Cuáles son los planes futuros para el estudio?¿Tienes alguna meta o proyecto en mente para los próximos años?

La meta de este proyecto es que nos dure para siempre, que BARRE STUDIO crezca y crezca. Esto va a suponer muchos desafíos porque necesitamos buscar una compatibilidad entre crecimiento y corazón, pero estamos listas. Estamos por abrir nuestro siguiente estudio este año y buscamos posicionarnos de manera aún más consolidada en la Ciudad de México y luego seguir expandiéndonos.


¿Qué consejo le darías a alguien que va a tomar su primera clase?

Mi consejo sería permítete ser principiante, permítete salir de tu zona de confort. No busques dominar desde el principio, emociónate por el camino hacia adelante y el trabajo que te queda.


¿Qué consideras que es lo más importante al empezar a llevar una vida saludable?

Partir del lugar correcto y tener la motivación correcta. Buscar la transformación del cuerpo como herramienta y no como molde. Cambiar la mentalidad y entender que entre más cómoda en tu piel estás, más en paz te sientes y mejor relación tienes con el mundo. Que la motivación venga de esta apuesta por el bienestar.

Barre Studio | Fer Díez es un proyecto que creció sin planes, pero que ya se convirtió en una comunidad transformadora con un método único y personalizado. Lee la entrevista completa que le hicimos a la fundadora.

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