CARTIER REVELA LA ELEGANCIA RENOVADA DEL RELOJ TORTUE
Por: Daniel Luna Jiménez
Imágenes: Cortesía de la marca
Cartier, el relojero de las formas, nos sorprende una vez más con la reinterpretación contemporánea de uno de sus relojes más icónicos: el Tortue. Introducido por primera vez en 1912, este reloj ha sido un símbolo del ingenio y la maestría técnica de Cartier a lo largo de los años. Su singular forma de tonel, inspirada en una tortuga, le confiere un carácter inconfundible y elegante que ha cautivado a los amantes de la relojería durante generaciones.
El Tortue se distingue por su diseño audaz, que fusiona curvas y líneas tensas en una armonía estética única. A lo largo de su historia, Cartier ha sabido mantener la esencia del Tortue, reinterpretándolo de forma sutil para adaptarlo a las tendencias modernas sin perder su identidad.
En esta nueva edición de Cartier Privé, el Tortue se presenta con una serie de innovaciones técnicas y estéticas que elevan su elegancia a un nivel superior. Los modelos simples con horas y minutos ofrecen una selección de platino u oro amarillo, mientras que una versión con horas y minutos en platino engastado con diamantes talla brillante se limita a solo 50 ejemplares, demostrando la exclusividad de la obra.
La atención a los detalles es palpable en cada aspecto de estos relojes. La esfera opalina plateada del modelo de platino presenta números romanos rodiados, mientras que la corona de cuerda brilla con un diamante talla brillante y un cabujón de rubí, un sello distintivo de la joyería Cartier. En la versión de oro amarillo, las agujas en forma de pomo lucen un acabado dorado, y el mecanismo de cuerda está adornado con un cabujón de zafiro.
La complicación de cronógrafo monopulsador, incorporada por primera vez en el modelo Tortue en 1928, regresa con su sofisticado calibre Manufactura 1928 MC. Este mecanismo representa la culminación de la pericia técnica de Cartier, combinando un diseño ergonómico con la tecnología más avanzada. Las agujas en forma de pomo en acero azulado, el segundero con contrapeso esqueletizado y los motivos triangulares en las esquinas de la esfera son detalles que realzan la belleza del reloj.
El savoir-faire de Cartier se manifiesta en cada movimiento y detalle de estos relojes, desde los acabados biselados de los balancines, muelles y puentes, hasta los motivos Côtes de Genève que embellecen la forma de los puentes. El acabado azulado de los contadores y la esfera opalina plateada en el modelo de platino, así como el acabado dorado de la esfera en el modelo de oro amarillo, muestran la maestría de Cartier en el manejo de materiales y matices cromáticos.
Estos relojes Tortue encarnan el espíritu de Cartier de poner la técnica al servicio del diseño, logrando un equilibrio perfecto entre estética y funcionalidad. La Maison continúa deslumbrando a los amantes de la relojería con creaciones atemporales y vanguardistas que celebran la magia del tiempo.