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EL ARTE DEL MIEDO: CUANDO EL CINE DE TERROR DESAFÍA LAS CONVENCIONES

Por: René Villaseñor García
Imágenes: cortesía de los artistas

Los más oscuros temores representados en la pantalla grande. Sensaciones inhóspitas acompañadas de imágenes terroríficamente bellas; el cine de terror, así como cualquier otro género cinematográfico, tiene sus raíces en el cine de autor, de aquel que nace desde la inocencia de la creatividad y desobediencia a los cánones establecidos. Comenzando por el Vampyr de Dreyer hasta The Blair Witch Proyect, el cine de terror ha estado presente desde los inicios del mismo medio causando las emociones más primitivas de la experiencia humana.


A principios del siglo XX, los pioneros de las artes cinematográficas estaban en un proceso de innovación y descubrimiento. El danés Carl Dreyer renovó el acercamiento visual y la manera de experimentar el cine, sensaciones que aún no se creían posibles surgieron junto con la llegada de Vampyr (1932). Y es que este paso es fundamental especialmente para el cine de terror, pues al destapar emociones anteriormente ajenas a la experiencia humana, crea una principio a seguir y replicar. Con Vampyr, se combinan imágenes perturbadoras junto con la ominosa iluminación y una cámara intrusa que inserta a la audiencia en una perspectiva personal.


Desde el viejo continente las influencias se fueron esparciendo y mezclando con las respectivas culturas de países latinoamericanos y asiáticos. En México, el director y guionista Rogelio González (Ustedes los Ricos) elabora El Esqueleto de la Señora Morales (1960) con la propuesta de incomodar a la audiencia con la risa a partir de una tragedia; algo con lo que el pueblo mexicano se ha identificado a lo largo de la historia. En una atmósfera sórdida y cruda, el filme de González establece una nueva ola que comenzó el interminable género de las comedias de terror mexicanas.


De igual forma, Juan López Moctezuma retrata otro lado mexicano que hasta ese momento estaba ausente. En Alucarda (1977), Moctezuma confiere un nuevo grado de importancia al puritanismo mexicano y lo retrata a través de un erotismo castigado por el ocultismo perverso. Influenciado por el Marqués de Sade, el director mexicano produjo lo que hoy es considerada una película de culto y una favorita de muchos. Posesiones demoníacas, cultos diabólicos, brujas, todo rodeando a un monasterio; Alucarda transmite una exposición satírica de una sociedad asustada por la sexualidad.


Así como el cine mexicano, en Japón también se logró mezclar la cultura con el terror de una manera intrínseca, pues los fantasmas y los demonios son protagonistas de las leyendas históricas del país. El mismo año que Alucarda llega a la pantalla grande, Nobuhiko Obayashi, desde el otro lado del mundo, creó un filme que a lo largo de los años ha sido capaz de atraer la atención de las audiencias con su drama fantasmal psicodélico, House (1977). Tan absurda como es incomoda, la obra de Obayashi fluye dentro de un mundo onírico de pesadilla y un coming-of-age que la convierte en una experiencia inigualable del cine o en cualquier otro medio. Sin embargo Japón no solo se representa por este movimiento de lo absurdo, Cure (1997) de Kiyoshi Kurosawa establece una historia de un suspenso inigualable en la que un detective trata de detener una serie de asesinatos causados por la hipnosis de un personaje que encarna toda la maldad.

De regreso a Europa, en Italia, el surrealista y aclamado director Dario Argento aborda el arquetipo de brujería a través de una academia de baile en Alemania en su obra maestra Suspiria (1977). En una especie de alquimia visual y con colores vibrantes en cada toma, el viaje por el que Argento transita a su audiencia crea una historia cuasi alucinógena. En una entrega extravagante y segura de su propio estilo, Suspiria es considerada como un discurso artístico en toda la extensión de la palabra.


Con estas imágenes de una belleza terrorífica, el cine de terror pertenece a una escuela de grandes innovadores, que deliberadamente desobedecieron las reglas en un acto de transgresión y exploración de un género que es capaz de ocasionar alguna de reacción de todas las emociones humanas. En este mundo surrealista de composiciones oníricas y extravagancia sonora, se encuentran experiencias inimaginables. Todos estos hitos del género se podrán encontrar en las plataformas de MUBI y Criterion Channel.

Demonios japoneses, brujas italianas, maniacos mexicanos, vampiros daneses; imágenes que marcaron un antes y un después en el arquetipo del cine de terror.

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