EL DESLUMBRANTE RETORNO DE ROYAL OAK MINI: LA ÚLTIMA JOYA DE AUDEMARS PIGUET
Por: Sofía Esquivel Terreros
Imágenes: cortesía de la marca
Desde el siglo XIX, Audemars Piguet ha empujado los límites de la miniaturización y la creatividad, dando entrada a nuevos modelos innovadores llenos de toques modernos y vanguardistas. Sus primeras creaciones femeninas, que incluían complicados mecanismos en relojes colgantes y broches decorados con piedras preciosas, sentaron las bases para seguir perfeccionando los modelos. La introducción del Royal Oak en 1972 marcó otro hito, con Jacqueline Dimier adaptando el diseño para crear el Royal Oak II, que se ha mantenido como un ícono de la relojería.
Ahora, este modelo sigue los pasos del Royal Oak Mini de 20 mm lanzado por primera vez en 1997, elevando su diseño y arquitectura para adaptarse al estilo de vida contemporáneo mediante un movimiento de cuarzo con una duración de pila de más de siete años. El Royal Oak Mini no solo celebra la tradición de miniaturización y relojes joya de Audemars Piguet, sino que también rinde homenaje a figuras icónicas como Jacqueline Dimier y Carolina Bucci, quienes han dejado su marca en la historia de la Maison.
Uno de los elementos más destacados del Royal Oak Mini es su acabado Frosted Gold, una técnica de joyería florentina reinterpretada por la diseñadora Carolina Bucci en 2016. Este acabado se logra mediante diminutas hendiduras en la superficie de oro con una herramienta de punta de diamante, creando un efecto brillante similar al de las piedras preciosas. La combinación de este acabado con los códigos estéticos del Royal Oak original, diseñado por Gérald Genta en 1972, resulta en una deslumbrante estética monocromática.
El Royal Oak Mini Frosted Gold se distingue, a su vez, por su constante juego de luces. El contraste entre el acabado de polvo de diamante y el achaflanado del bisel octogonal, junto con los eslabones individuales del brazalete, crean un efecto visual cautivador. La esfera del reloj, con su motivo Petite Tapisserie tono sobre tono, realza aun más el brillo de la caja y el brazalete, mientras que los índices facetados y las agujas con revestimiento luminiscente garantizan una visibilidad óptima en la oscuridad.
Equipado con el movimiento de cuarzo Calibre 2730, el Royal Oak Mini no solo es un espectáculo visual, sino también una maravilla técnica. Con un diámetro de 15,7 mm y un grosor de 2,2 mm, este calibre es uno de los más avanzados en relojes de este tamaño, ofreciendo una vida útil de la pila de hasta 94 meses. Además, el mecanismo incorpora un tirador en la corona que permite desactivar la pila indefinidamente, añadiendo un nivel de practicidad sin precedentes.
El nuevo Royal Oak Mini no es solo un reloj, sino una pieza de joyería que adornará la muñeca con la elegancia de un brazalete. Los tres modelos disponibles –en oro amarillo, rosa y blanco– están diseñados para atraer todas las miradas, combinando historia y modernidad en un poderoso diseño. Estas creaciones representan un tributo a la extraordinaria plasticidad de la colección Royal Oak, capaz de trascender décadas, géneros y tendencias.
La evolución del Royal Oak Mini refleja los cambios en los gustos y expectativas de la clientela femenina a lo largo de los años. Desde los primeros modelos equipados con movimientos de cuarzo en la década de 1980 hasta las versiones más recientes con acabados engastados, cada iteración ha aportado algo nuevo y emocionante a la colección. En 1997, con motivo del 25 aniversario del Royal Oak, se presentó el Royal Oak Mini de 20 mm, el reloj más pequeño jamás producido por la Maison hasta entonces.
Con el lanzamiento de esta nueva serie de Royal Oak Mini, Audemars Piguet establece un nuevo estándar de lujo y sofisticación en la alta relojería contemporánea. Estas piezas no solo cuentan el tiempo, sino que cuentan una historia – una historia de arte, precisión y pasión.