EL LADO MÁS PERSONAL DE MITSKI
Por: José María Hernández Mireles
Imágenes: cortesía de la artista
El nuevo álbum de la cantautora japonesa Mitski, The land is inhospitable and so are we, da una sensación de intimidad pura. Cuatro días antes de su lanzamiento ofreció un concierto en el Teatro de la Ciudad, ubicado en el Centro Histórico de la capital mexicana, para interpretar sus nuevas composiciones. Fue una experiencia silenciosa en la que la voz estaba solamente acompañada de una guitarra acústica y un contrabajo. Este ambiente orgánico del concierto fue solamente un adelanto de las 15 canciones que transitan durante 32 minutos. Evento que, increíblemente, fue anunciado con solo seis días de anticipación.
La obra empieza con “Bug Like An Angel”. Mitski reconoce que le gusta tomar y admite que hacerlo se siente como una familia. Un coro, acompañando, afirma sus palabras cuando acaba el primer verso, aludiendo a una experiencia religiosa y al mismo tiempo personal.
“Heaven” retoma los aspectos típicos del folk. La melodía es llevada por una guitarra y un sintetizador que genera un ambiente trascendental en la música. Una canción al más puro estilo de Weyes Blood, donde se crean atmósferas y espacios muy específicos que evocan alegría. Este es un respiro de la intimidad e intensidad que se experimentó previamente en el álbum.
Esta sensación continua con “I Don’t Like My Mind”, que habla sobre la soledad de estar en un cuarto escuchando música a todo volumen; atormentada por los recuerdos que no pueden salir de la mente. Esta pieza antecede a una muy parecida: “When Memories Snow”, que tiene un desenlace más intenso por la presencia de las percusiones. Dos letras que, con tan solo dos versos, hacen alusión a la experiencia que cualquier adolescente puede vivir.
El álbum continúa con una narrativa similar hasta “The Frost”, que habla de un rompimiento amoroso acentuado por una batería y un órgano. Da la sensación de ser el clímax de la obra, el cual se desenvuelve con las dos últimas canciones que parecen ser las más oscuras musicalmente hablando.
“I’m Your Man” es la introspección de una mujer arrepentida, y “I Love Me After You” es un cierre intenso de una reflexión cruda. Mitski, al final del día, es una persona que se quiere, se perdona y se reivindica, dando esperanza no solo a ella misma, sino a todas las personas que la escucharon.
Este álbum es el proyecto más íntimo de Mitski. Toca temas sumamente personales como el alcoholismo, la soledad y el arrepentimiento. Suena lógico, ya que hace dos años pensó en el retiro. De acuerdo con la revista Pitchfork, con este proyecto la cantante al fin creó un espacio donde puede respirar.