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EL PARAÍSO URBANO DE BEVERLY HILLS SE LLAMA THE AVALON HOTEL

Por: Sarah Gore Reeves
Fotorgafía: cortesía

Con una rica historia como antigua residencia de la icónica Marilyn Monroe, el Avalon —un hotel de estilo mid-century— ha sido transformado creativamente por la renombrada diseñadora de interiores Kelly Wearstler. Su ubicación privilegiada es otro de sus grandes atractivos, estratégicamente cerca de lo mejor que Beverly Hills tiene para ofrecer. Lo que siempre me ha atraído de este hotel es su encanto sin pretensiones, enclavado en un fantástico vecindario, a solo pasos de tiendas de lujo y restaurantes de clase mundial. Puedes caminar directamente hacia el centro y hay un supermercado a la vuelta de la esquina.


Un aspecto clave de mi experiencia en el Avalon es el auténtico sentido de comunidad que se desarrolla durante mis estancias. Todos aquí me llaman por mi nombre: desde el amable personal de recepción hasta el atento gerente y el increíble equipo del restaurante, que personaliza mis pedidos de comida. Su familiaridad y las conversaciones amenas me hacen sentir como en casa, incluso cuando mi agenda está repleta de compromisos. Me encanta cómo el hotel logra una impecable organización detrás de escena mientras mantiene un ambiente acogedor para los huéspedes. Las camas lujosas, adornadas con fabulosas almohadas que satisfacen mis exigentes preferencias, son mi santuario perfecto para noches de descanso.

Cada mañana, disfruto de un delicioso desayuno, ya sea un bagel con salmón ahumado o un tazón de avena cremosa, acompañado de mi latte frío perfectamente preparado, el inicio ideal para mi día. Al caer la noche, a menudo me encuentro saboreando un plato de Cacio e Pepe o un salmón sellado a la perfección mientras descanso junto a la piscina, con una copa de vino en la mano, el remedio perfecto para el jet lag.


Pero el Avalon no es solo sobre la comida excepcional, aunque eso es una parte importante de mi experiencia. El hotel cuenta con una de las piscinas más increíbles de Beverly Hills, con su distintiva forma de boliche rodeada de elegantes habitaciones estilo cabaña, lo que la convierte en el escenario ideal para disfrutar de un hermoso día.


En cuanto al ejercicio, el Avalon tampoco se queda atrás. Su gimnasio bien equipado me permite mantener mi rutina durante toda la semana.


En un mundo lleno de opciones hoteleras, el Avalon Hotel destaca como mi refugio más preciado. Es donde el confort se encuentra con la comunidad, donde cada rincón cuenta una historia, y donde puedo escapar, relajarme y disfrutar de lo mejor de Beverly Hills. El Avalon sigue siendo mi santuario preferido, combinando lujo con una familiaridad acogedora que me hace regresar una y otra vez.

Ubicado en el corazón de Beverly Hills, el Avalon Hotel es mi refugio favorito para desconectarme. Cada vez que cruzo su entrada, me envuelve una atmósfera acogedora que equilibra la sofisticación con una sensación cálida y hogareña, convirtiéndolo en el escape perfecto.

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