EL RENACIMIENTO DEL JET-SET ESTÁ ESCRITO POR NINA RICCI ESTA TEMPORADA
Por: Jimena De La Torre
Imágenes: cortesía de la marca
La colección de Primavera / Verano 2025 de Nina Ricci, bajo la audaz visión de su director creativo Harris Reed, es una oda al estilo jet-set de los años 60 y 70, evocando a íconos como Jackie O y Brigitte Bardot. Esta propuesta, que sublima la esencia del viaje lujoso y despreocupado, lleva el ADN sartorial de la marca a nuevos niveles de exuberancia y glamour. Reed no solo reinventa el espíritu de la época, sino que lo combina con su propia visión de la feminidad contemporánea: confiada, juguetona y decididamente intencionada.
Entre la fluidez y las líneas precisas, la colección teje un diálogo entre las siluetas femeninas y masculinas conjugando notas que acarician la fluidez de género. Los trajes con solapas exageradas, los vestidos de encaje con corsé, un mini vestido globo y un trench coat afilado son algunas de las piezas clave que subvierten los códigos tradicionales de vestimenta. Mientras tanto, un conjunto en blanco y negro, y un abrigo de línea A, rinden homenaje al icónico traje Crocus de Nina Ricci de los años 60.
La cuarta temporada de Reed en Nina Ricci continúa transformando el emblemático motivo del lazo de la casa, dándole vida en un estola de piel sintética, los pliegues tridimensionales de un mini vestido de tafetán o en una capa con espalda drapeada. Todo esto, contrastado con la audacia de un esmoquin transparente y una camisa con pajarita sobredimensionada. El toque lúdico se aprecia también en el estampado de lunares reinterpretado como un atrevido estampado a mano sobre un bodysuit de seda, así como en el tweed personalizado en blanco y negro, entrelazado con hilos de lurex que aportan un brillo sutil pero inconfundible.
El colorido de la colección, dominado por la monocromía clásica, se revitaliza con tonalidades exquisitas como el amatista, el amarillo sorbete, rosa chicle, menta fresca y marrón chocolate. Las texturas juegan entre el cuero y la gasa, el jersey y el satén, generando contrastes que son tan táctiles como visuales.
Los accesorios no se quedan atrás en este despliegue de sofisticación teatral: desde elegantes zapatos de seda parisina y sombreros de ala ancha, hasta pañuelos al estilo Riviera que recorren el cuerpo. Las gafas oversized al puro estilo Jackie O completan el look, acompañadas de joyería maximalista que incluye pendientes con forma de orbes brillantes, palomas en vuelo o conchas curvas, un guiño a Venus, el perfume que Reed ha lanzado como la primera fragancia de Nina Ricci en más de una década. Desde los canales de Venecia hasta las playas de Cannes, la mujer de Nina Ricci está lista para deslumbrar.