EL TRIBUTO A LA CREATIVIDAD ATEMPORAL DE DOM PÉRIGNON Y JEAN-MICHEL BASQUIAT
Por: M Revista de Milenio
Imágenes: cortesía de la marca
Dom Pérignon, sinónimo de excelencia en la creación de vinos, encuentra en el arte una afinidad esencial que trasciende los tiempos. Su Vintage 2015 rinde homenaje a Jean-Michel Basquiat, una de las figuras más icónicas del arte contemporáneo. Este tributo celebra una convergencia única entre dos mundos que, aunque distintos, comparten valores comunes: precisión, innovación y la búsqueda de lo excepcional.
La ambición creativa de Dom Pérignon se centra en capturar la esencia de una cosecha única. Su compromiso inquebrantable con la calidad y la singularidad refleja la filosofía de Basquiat, quien transformó lo cotidiano en arte trascendental. En esta colaboración, el escudo heráldico de la Maison y la emblemática corona de tres ramas de Basquiat se entrelazan, simbolizando la unión de dos visiones creativas.
El ensamblaje es la base del arte vinícola de Dom Pérignon, un proceso que, al igual que la obra de Basquiat, encuentra en las limitaciones una oportunidad para la innovación. Esta conexión se plasma en una edición especial de coffrets del Vintage 2015, diseñada bajo el principio de ensamblaje. Cada una de las tres cajas representa fragmentos de una pintura de Basquiat, que pueden unirse para formar una obra completa. La etiqueta de las botellas refleja este diálogo visual, con colores vibrantes y la fusión del escudo y la corona.
El tiempo, otro pilar en la filosofía de Dom Pérignon, juega un rol crucial en esta edición. Tras casi una década de maduración, el Vintage 2015 revela su complejidad, una cualidad que resuena con la intensidad emocional de la obra de Basquiat. La estética del arte urbano del artista neoyorquino, combinada con la sofisticación del vino francés, crea una experiencia sensorial única que honra tanto la herencia como la innovación.
Además, esta colaboración incluye una "uberpiece", una edición limitada de ocho ejemplares diseñada para coleccionistas y amantes del arte, en colaboración con Artestar. Este objeto excepcional reafirma la unión de dos universos creativos que comparten la capacidad de emocionar y de reinventarse constantemente.
Dom Pérignon y Jean-Michel Basquiat encarnan una misma visión: la de transformar la tradición en algo nuevo y relevante. Este tributo no solo celebra su legado, sino que lo amplifica, llevando su mensaje a nuevas generaciones.