El arte de la danza, con su gracia y movimiento, ha sido una fuente constante de inspiración para Van Cleef & Arpels a lo largo de los años. Esta pasión se ha manifestado una vez más en la colección "Extraordinary Dials", donde la Maison ha llevado a la muñeca la magia de dos ballets icónicos del siglo XIX: "Casse-Noisette" y "La Belle au Bois Dormant”. La conexión entre Van Cleef & Arpels y la danza se remonta al París de los años veinte, donde Louis Arpels transmitió su pasión por el ballet a su sobrino Claude. Desde entonces, las bailarinas han sido una inspiración recurrente en las creaciones de la Maison, desde los broches de bailarina de la década de 1940 hasta los relojes de la actualidad.

En esta última creación, la Maison invita a los espectadores a un pas de deux a través de verdaderos cuadros en miniatura. Cada reloj, ya sea el Lady Arpels Casse-Noisette o el Lady Arpels Belle au Bois Dormant, fusiona artesanía, pericia joyera y el savoir faire relojero para evocar sueños y maravillas. Cada detalle, desde los rostros de diamantes talla rosa hasta los trajes pintados en miniatura, captura la esencia de estas historias.

En el Lady Arpels Casse-Noisette, los espectadores son transportados a un paisaje invernal de tonos agrios, donde las figuras de la bailarina y su príncipe, con rostros de diamantes talla rosa, parecen cobrar vida en una escena polifacética. Este reloj encierra un espectro de 70 colores, acabados y técnicas de esmaltado diferentes, recreando la poesía de un sueño despierto. Por otro lado, el Lady Arpels Belle au Bois Dormant lleva a los observadores a un mundo de ensueño, donde la princesa Aurora y su príncipe azul se reencuentran en un arabesco lleno de ternura. Las cintas de oro blanco, diamantes y esmalte champlevé dan vida a esta escena, mientras que las ramas lilas coronan la composición, representando a las hadas benévolas que velan por los amantes. Cada pieza de la colección evoca la herencia de Van Cleef & Arpels, mientras que al mismo tiempo narra nuevas historias de amor y fortuna. Desde las bailarinas hasta las hadas, cada elemento de diseño marca las horas con gracia y encanto, mientras el ritmo de la naturaleza se entrelaza con la cadencia del cosmos.