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ASHLEY SARGENT PRICE SOBRE CREAR SU PROPIO ESPACIO

Por: M Revista de Milenio
Fotografía: Coliena Rentmeester

Si alguna vez hubo una combinación perfecta entre ocupante y hogar, es la de la directora creativa Ashley Sargent Price y su residencia artísticamente diseñada, que respira creatividad en cada rincón. Con un impresionante portafolio que incluye su paso por marcas de renombre como Madewell, J.Crew, Bergdorf Goodman y Abercrombie & Fitch, Ashley ha perfeccionado una habilidad única para combinar sofisticación con simplicidad.


El hogar de Ashley Sargent Price se siente como entrar en un mundo tan cuidadosamente curado como su destacada carrera. Al recorrer su casa, es fácil ver que cada habitación tiene su propia historia que contar. Muebles vintage se colocan meticulosamente junto a piezas nuevas, cada una seleccionada por la forma en que dialogan entre sí. El resultado es una especie de tensión, pero una tensión que parece natural—un rico contraste de texturas que habla del tiempo, el cuidado y un ojo exigente. El espacio está lejos de lo que ella llama una "casa decorada del momento"; en su lugar, ofrece una narrativa que ha evolucionado lentamente a lo largo de los años. "Me atraen los espacios que tienen historia, donde se puede ver el proceso de cambio", dice. "Debe haber yuxtaposición y textura. Me gusta cuando puedes sentir el alma de un espacio".

Este enfoque está relacionado las sus raíces de Ashley en el mundo de la moda, donde aprendió que la belleza a menudo reside en el contraste—en combinaciones inesperadas que, sin embargo, logran ser coherentes. Es una estética que ha llevado a su vida personal, creando un hogar que no es ni demasiado pulido ni demasiado caótico, sino perfectamente equilibrado. El arte en las paredes—una mezcla ecléctica de piezas de artistas notables, amigos, colaboradores e incluso familiares—es el centro emocional de su hogar. "Si va a estar en nuestra pared, tiene que tener un significado", señala. Cada objeto, desde los muebles hasta el más pequeño de los adornos, lleva una historia, un recuerdo, una importancia.


Los materiales que recorren la casa—simples, casi básicos—se utilizan con tal intencionalidad que adquieren un sentido de refinamiento. Aquí hay una elegancia silenciosa, que no busca llamar la atención, sino invitarla suavemente. La cocina, un espacio donde la creatividad parece fluir tan libremente como el café, es el corazón del hogar, al igual que su carrera siempre ha prosperado en espacios donde las ideas tienen espacio para desarrollarse.


Para Ashley, el hogar no es un escaparate, sino un santuario. Es donde se vive la vida, donde la inspiración se encuentra en los rincones más inesperados. "El objetivo es que cuando entres en nuestra casa, sientas que tiene alma", dice, y de hecho, la tiene.

Ashley Sargent Price habla sobre su hogar, un santuario creativo que refleja su carrera en moda, combinando sofisticación y simplicidad con historia.

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