Probablemente ningún otro reloj de la colección de Relojes de Aviador de IWC Schaffhausen ha alcanzado tal estatus de culto entre los coleccionistas como el Gran Reloj de Aviador Edición «Markus Bühler» de 2008. Se inspiró en una pieza única que Markus Bühler había creado para un concurso en su último año como aprendiz de relojero en IWC. Su característica visual más llamativa era la turbina de avión en el segundero pequeño. IWC presenta una nueva y exclusiva interpretación 15 años después. Al igual que su predecesor, el Gran Reloj de Aviador 43 Tourbillon Markus Bühler (Ref. IW329901) presenta una pequeña turbina en la esfera. Sin embargo, el característico motor de avión se ha integrado esta vez en un tourbillon de minutos volante a las 6 h.

«Cuando creé mi Gran Reloj de Aviador con turbina en mi época de aprendiz de relojero, nunca habría imaginado que dirigiría el desarrollo de una segunda edición 15 años más tarde, y mucho menos que sería responsable de todos los procesos de ensamblaje de IWC. Para cumplir las elevadas expectativas de nuestros coleccionistas, decidimos crear algo realmente exclusivo e integrar la emblemática turbina en un tourbillon. Esta nueva edición encarna a la perfección el espíritu de ingeniería de IWC, al tiempo que presenta los más altos niveles de detalle y artesanía», explica Markus Bühler, director adjunto de Ensamblaje de Relojes y Movimientos de IWC Schaffhausen.

En un tourbillon, el volante y el escape están alojados en una pequeña jaula que gira alrededor de su eje una vez por minuto. Cuanto mayor es su masa e inercia, más energía se necesita para mantener en movimiento el mecanismo. Reducir el peso es, por tanto, el objetivo primordial de la fabricación de un tourbillon. Por este motivo, la turbina se ha mecanizado a partir de una aleación ligera de titanio. Debido a la complejidad de la geometría y a las reducidas dimensiones, solo el proceso de fresado exige varias horas de trabajo. Tras el mecanizado, cada una de las doce minúsculas palas se pule a mano y se termina con un nivel de detalle y perfección estética extremadamente alto. Para evitar que la turbina añadiera peso adicional al mecanismo, Bühler la ha utilizado como parte superior de la jaula del tourbillon, sustituyendo al regulador. De este modo, el centro de atención de la esfera también tiene una función técnica: el muelle espiral se fija a la parte inferiorde una de sus palas, y el relojero puede ajustar el paso por cero del volante girando la turbina. El tourbillon de última generación está formado por 56 piezas y pesa tan solo 0,663 gramos. La palanca del palé y la rueda del escape están tratadas con la tecnología Diamond Shell®, un revestimiento especial que reduce la friccióny mejora el flujo de energía en el movimiento.