FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MORELIA, UN ENCUENTRO DE VOCES Y VISIONES
Por: M Revista de Milenio
Imágenes: cortesía
El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) ha inaugurado su 22ª edición, un evento que reúne a cineastas, actores y amantes del cine en un crisol de creatividad e innovación. En un ambiente cargado de expectación, se presentó la película Emilia Pérez, del reconocido director Jacques Audiard, un nombre que resuena con fuerza en el panorama cinematográfico. Audiard, hijo del también cineasta Michel Audiard, ha demostrado su maestría en la narración a través de un lente que fusiona la humanidad y la tragedia, y su último trabajo no es la excepción.
Durante la ceremonia de inauguración, Audiard fue galardonado con el Premio a la Excelencia Artística. Alejandro Ramírez, director del festival, describió su obra como un reflejo de "gángsters mesiánicos y amantes desesperados", destacando su capacidad para capturar la esencia de una París que pertenece a todos y a nadie. En este contexto, la proyección de Emilia Pérez no solo marca el inicio de un festival, sino también la llegada de una historia que invita a la reflexión.
La conferencia de prensa previa a la proyección reunió a un panel diverso que incluía a Audiard, la actriz mexicana Adriana Paz —quien se alzó como la primera mexicana en recibir el premio a Mejor Actriz en Cannes— y otros colaboradores creativos. Audiard, cuya trayectoria ha sido adornada con múltiples premios, compartió su perspectiva sobre la filmación en un idioma que no dominaba completamente, enfatizando que la musicalidad del diálogo y la actuación eran más importantes que el texto en sí. "El intercambio de diálogos me interesa menos que la actuación y la musicalidad", declaró, dejando entrever su enfoque único sobre el arte cinematográfico.
El segundo día del festival, Liv Tyler, actriz e invitada especial, hizo una aparición destacada al develar una butaca en Cinépolis Morelia Centro. Este homenaje tuvo lugar durante la proyección de Cookie's Fortune, una película de Robert Altman que marcó un momento memorable para los asistentes.
A medida que el festival avanzaba, las proyecciones al aire libre comenzaron a cobrar vida. Con la presentación de SOMOS LA RESISTENCIA. HISTORIAS DEL AUTOGOBIERNO EN MICHOACÁN, el FICM brindó un espacio para que las voces locales resonaran en la pantalla grande. Este enfoque en el documental se consolidó con la llegada de Doris Metz, cuya obra Petra Kelly - Act Now! también fue exhibida, añadiendo un matiz de reflexión sobre la activación social y el compromiso.
Mientras el tercer día se desarrollaba, Rodrigo Prieto, cinefotógrafo de renombre que ahora se adentra en el terreno de la dirección, ofreció una master class que atrajo a una multitud ansiosa por escuchar a uno de los talentos más destacados de México. Su visión sobre la cinematografía y el papel de un director en la creación de una historia resonó con un público que busca la autenticidad en el arte.
En un festival donde la diversidad de voces es la norma, la proyección de la película checa I'm Not Everything I Want to Be y la entrevista a Gabriela Domínguez y Pía Quintana sobre su documental Formas de atravesar un territorio contribuyeron a la conversación sobre el sentido de pertenencia y la exploración personal a través del cine.
El FICM, en su esencia, es un lugar donde las historias cobran vida. La emoción de lo que vendrá es palpable, y la pregunta queda en el aire: ¿qué más nos revelará el Festival Internacional de Cine de Morelia en su camino hacia la celebración del arte cinematográfico?