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FANTASMAS POR WYATT KAHN EN EL MUSEO ANAHUACALLI

Por: Renata Peralta
Fotografía por: Alejandro Ramírez Orozco

A pesar de las diferencias geográficas y culturales que abren una grieta vivencial entre la existencia de Wyatt Kahn y Diego Rivera, su quehacer artístico encuentra un punto en común entre ambos artistas. “El trabajo de Kahn es algo que está en medio, como en la sala de espera entre un estado y otro, que es difícil de encasillar o de nombrar”, dice Karla Niño de Rivera, curadora del Museo Anahuacalli. “Son piezas que están en los límites, que unen materiales, objetos, espacios. Diego abrevó en la teoría del montaje del cineasta Sergei Eisenstein, de trabajar capas y capas para crear una obra contundente. En el trabajo de Kahn, los elementos también se sobreponen unos sobre otros, de manera lúdica. Así, nos encontramos con una obra que hay que ir descubriendo, diseccionando”.


Tanto las obras de Kahn como las obras de Diego Rivera, parecen concentrarse y hacerse tangibles gracias al devenir continuo lleno de contradicciones que les permitió encontrar nuevas formas, lenguajes y partes. Lo que parece ser difícil de imaginar y nombrar, los artistas lo transformaban en algo real. En ese intervalo, la obra de Kahn se agrupa con el quehacer de Diego; parten de lo común para transitar de un lado y el otro. Fantasmas, es una muestra que plasma la labor y exploración artística de más de 20 años del artista. Donde cada patrón y pieza, le hablan al espectador acerca del día a día de la propia experiencia humana. El arte de Kahn juega con lo que entendemos como opuesto, pero que se complementa entre sí. Sugiere un abismo mientras sigue con lo móvil, lo transitorio y lo dinámico.

La obra del artista experimenta con las relaciones espaciales y visuales entre la pintura y la escultura. Algunos de sus trabajos forman parte de las colecciones del Museo Whitney de Arte Estadounidense; el Museo Metropolitano de Arte, el Museo de Arte Moderno, todos en Nueva York; el Centro Georges Pompidou en París, el MOCA en Los Ángeles, el Museo de Arte de Dallas, el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, entre otros. Como gran influencia, Kahn reconoce la obra del artista estadounidense Jay DeFeo, a quien respeta por pintar en los límites de la escultura.


Lo abstracto en Kahn refiere a la manera en que Diego entendía el término: “La teoría abstracta es realista, puesto que reivindica el derecho de la pintura para usar las formas y los colores, las calidades y las profundidades de la misma manera que los músicos usan los sonidos: creando una realidad paralela.”


Dentro de la piedra volcánica del pedregal donde se encuentra el Museo Anahuacalli, las piezas del artista siguen la formación de rocas, que se crean gracias a cada capa que parece contener un gran grado de energía que habita los espacios vacíos llenos de luz.



Fantasmas abre al público del martes 6 de febrero al domingo 19 de mayo.

La exposición del artista Wyatt Kahn se vuelve un eco que resuena entre los rincones del Museo Anahuacalli.

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