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HELEN DRUTT LA VERSATILIDAD EN LOS SOMBREROS

Fotografía: Jeiroh Yanga
Editora: Sarah Gore Reeves

Drutt ha recibido numerosos premios y tres títulos honoríficos. También ha concebido y organizado exposiciones importantes desde 2001 hasta la fecha; su exposición más reciente es RINGS!, en Moore College of Art, en Filadelfia (2021), que exhibe 150 anillos de unos 100 artistas, creados entre 1968 y 2021, y de los cuales cerca del 85% son de su propia colección.

En 2020, Drutt anunció que donará su amplia colección de libros de arte a la Universidad de Temple y que sus artículos ingresarán a los Archivos de Arte Estadounidense, en Washington, D.C. Tuvimos una maravillosa charla con ella sobre otra de sus pasiones: los sombreros.


Helen, siempre es encantador estar contigo, aunque sea de forma remota. Me han dicho que vienes de una familia que ama los sombreros. ¿Puedes contarnos un poco sobre quiénes y por qué usaban sombreros? ¿Fue parte de la cultura? ¿Fue particular para tu familia?

Nunca pensé en mi familia como una familia de sombrereros, pero me acuerdo de mi madre confeccionándolos. Sé que tenía un aparato de madera en forma de sombrero y la recuerdo haciendo uno de terciopelo marrón que adornó con la tela del traje que había cocido. Mi madre hizo mi ropa hasta que yo era una adolescente mayor. Tenía la ropa más bonita del mundo. Ahora que lo pienso y miro fotos antiguas, mi madre, mi padre y yo siempre usamos sombreros. Recuerdo claramente a mi padre vistiendo sombreros Borsalino. De hecho, hace unos cuatro o cinco años, estaba almacenada una caja Borsalino de Italia. Le quité la tapa y allí estaba este increíble bombín de Borsalino, gris oscuro, con un cordón del que colgaba un botón. Los hombres que llevaban bombín, debían tomar el botón y ponerlo en la solapa, esto significaba que si soplaba el viento y el sombrero se volaba, no lo perdías. Lo interesante fue que cuando saqué el sombrero de la caja, había una nota y mi padre —que para entonces ya había fallecido y quien siempre me llamaba Ann—, decía: “Querida Ann. Finalmente este es tuyo. Para siempre, papá”.


¿Qué hacen los sombreros que no hace el pelo?

Te enmarcan la cara. Te protegen del sol y el agua. No es necesario que lleves paraguas si llevas sombrero de paja. Creo que te dan una sensación de adorno. Lo que quiero decir es que no puedo imaginarme realmente vistiéndome sin sombrero y guantes. Siempre pienso en la frase “¿Construyes una casa sin techo?”. Le dije esto a Sarah Gore ayer, porque definitivamente yo no me siento del todo vestida sin mi sombrero.


Hay algunos sombreros que son sombreros de Helen y otros sombreros que no lo son. ¿Puedes decirnos qué es un sombrero de Helen?

Bueno, supongo que un sombrero de Helen es un sombrero que me queda bien. Por ejemplo, no me interesan los turbantes, no me quedan bien. Creo que los sombreros de Helen son sombreros que tienen borde. Me encantan los sombreros de campana que tienen una especie de inclinación. También me gustan los que tienen plumas, por supuesto, prefiero los vintage, debido a mi amor por los animales. Una vez quedé atrapada en un ascensor y estaba usando un sombrero de Philip Treacy con una enorme pluma hacia afuera, y cuando las puertas del ascensor se cerraron, se rompió la pluma. Le escribí, le conté la historia y me envió un tubo de plumas como reemplazo, lo que me pareció increíble. Parece haber camaradería entre los sombrereros y las personas que tienen pasión por los sombreros, los apoyan y ellos a su vez cuidan a sus clientes. Se lleva a cabo una especie de diálogo no escrito, que creo que es muy bonito. No puedo pensar en un diseñador restaurando una manga si perdí la manga de un vestido, pero ¡una pluma!, eso fue realmente genial, maravilloso. —¡Por cierto, no uses sombreros grandes después de las 5 o 6 pm!


¿Tienes sombreros favoritos? ¿O son como niños y los trata a todos por igual?

Sí tengo sombreros favoritos. Quiero decir, en esta época del año, me encantan mis sombreros de fieltro, porque puedo cambiar su apariencia con una cinta, un bordado o una banda de plumas de Hawái. Me encanta la idea de que puedo cambiar quiénes son y qué son. Uno de mis sombreros favoritos es de Patricia Underwood y tuve que volver a pedirlo debido al uso excesivo.


¿Hay un momento en el que el sombrero te usa a ti en lugar de que tú lo uses?

Creo que la única vez que esto sucedió fue, quizás, hace 10 años, cuando usé un sombrero café oscuro con un borde de hebra deshilachada. Era un sombrero de Oscar de la Renta que me puse para un evento de Long House. Me gustó cómo se me veía, pero era demasiado baja de estatura para usar ese sombrero, y tal vez ese día el sombrero me usó a mí. Bill Cunningham se me acercó y me dijo: “Oh, estás usando un Oscar”. Bill Cunningham amaba mis sombreros.

Creo que los sombreros son una especie de zona libre. Es como Tánger, ¿podrías fantasear con muchas cosas más alrededor de un sombrero que hacerlo con un vestido?

Si estoy trabajando, puedo cambiar toda mi apariencia cambiándome el sombrero, los guantes y el broche. Puedo ponerme el mismo vestido negro y me veo totalmente diferente con un cambio de sombrero.


¿Todavía compras y coleccionas sombreros?

No colecciono sombreros, adquiero sombreros, pero no es una colección, es un guardarropa funcional. Y ciertamente, en el último año y medio, debido al Covid, no he estado en ninguna tienda o lugar donde pudiera siquiera mirar un sombrero. Recientemente he notado que la mayoría de los grandes almacenes en Estados Unidos ya no tienen departamentos de sombrerería. Los tienen en Londres, en Fortnum & Masons, donde aún se pueden comprar hermosos sombreros, como lo hice hace dos años. El departamento de sombrerería en Bergdorf’s estaba muy disminuido, recuerdo cuando Treacy estaba allí, y ahora creo que el departamento tristemente se fue al sótano. Sé que los amplios departamentos de sombrerería en los grandes almacenes que solía frecuentar en los años ochenta y principios de los noventa ya no tienen un departamento de sombrerería. En Filadelfia, fui a Lit Brothers y Bonwit Teller a su departamento de sombrerería, pero eso fue hace 50 años.


Tengo una pequeña teoría de que el sombrero ha migrado al pie, y que la fantasía que solía exhibirse, tan decorativamente en los años cuarenta y cincuenta, ahora es el calzado. Entonces, ¿los sneakers han reemplazado al sombrero hasta cierto punto como una zona de fantasía y elegancia?

Bueno, tal vez sea cierto, pero las mujeres de mi edad no pueden usar esos tenis. Quiero decir, son para personas de 15, 20, 30, 35 años, probablemente no pasarán de los 40, y ahora, de hecho, todos usan tenis.


¡Entonces adquiriste sombreros en el mejor momento! ¿Cuántos sombreros tienes y dónde se guardan? ¿Biblioteca? ¿Almacenamiento? Debes tener una gran fortuna ahí después de todos estos años. ¿Tienes un sistema decimal Dewey para encontrarlos?

Probablemente tenga más de 150 sombreros. De estos, regalé 42 una semana antes de Pascua de este año a Goodwill, para distribuirlos entre las personas que no tenían dinero para comprar sombreros para la Pascua. Entré en mi almacén y seleccioné sombreros que no había usado en cinco, 10, 20, 30 años, y los regalé. En Nueva York, tengo una sala para almacenarlos, de hecho, es donde Sarah Gore y yo nos conocimos ya que vivíamos en el mismo edificio. Ahí tengo mis cajas transparentes Lucite apiladas como columnas verticales para poder ver todos los sombreros. He podido conservar algunas de las cajas de los sombreros originales, pero es difícil porque el cartón se desintegra con el tiempo. Y muchos de los sombreros se remontan a principios de los años sesenta, ¡y todavía los llevo puestos! —¡Me cambio de sombrero según estaciones! ¡Eso es muy importante!


¿Consideras los sombreros un arte? ¿Y crees que, por extensión, hay un arte en llevar el sombrero? ¿Cualquiera puede ponerse un sombrero?

Creo que un sombrero es un accesorio. Creo que no todo el mundo puede usar el mismo sombrero y mucho depende de la forma de tu cabeza; el rostro y las características faciales deben complementar el tipo de sombrero que usas. Entonces, creo que depende de tu estructura y de cómo te sientes contigo mismo; los sombreros evocan una sensación de presencia y sentimientos.


¿Cuál es el sombrero, entre tu grupo de sombreros, sin el que no puedas vivir?

No creo que haya ningún objeto de adorno sin el que no pueda vivir. No tengo ese sentimiento de posesión o deseo. Es tan increíble poder prescindir de cualquier cosa que no sea esencial para la vida.


Hay un par de ellos que vi, como el sombrero de pavorreal, que pienso que no podría deshacerme de él.

Compré ese sombrero Prada en Munich. Y pensé que realmente era algo grandioso. Por ese sombrero, le escribí a la casa de textil Nuno, de Japón, y les pedí que me enviaran un increíble tejido verde oscuro. Compré la tela y la convertí en una chaqueta para combinar con el sombrero hace unos ocho años. Nada en mi guardarropa en ese momento hubiera funcionado con ese sombrero. Los sombreros son vínculos a los recuerdos y son esenciales para mi apariencia y la manera en que me siento.


Para las personas que no te conocen y no conocen la energía que tienes, ¿podrías decirnos tu horario habitual?

Me levanto a las seis de la mañana, a veces antes. Tomo mi té con leche, plátano, bayas… Empiezo el día respondiendo mi correspondencia (me encantan las postales) y, por supuesto, el correo electrónico. Mi asistente Marina llega a las nueve de la mañana y comenzamos a trabajar: editar ensayos, investigaciones, etcétera, etcétera. ¡Siempre hay mucho que hacer! Los domingos, Ken viene y trabajamos en la biblioteca, organizándola y revisando los archivos. Hago un receso para el almuerzo, luego regreso al trabajo, y ahora que Covid está terminando, a menudo tengo invitados a almorzar o cenar en el jardín.


¿Cuál es tu consejo para mantenerte joven?

¡Mis amistades se mantienen vitales, al igual que mi relación con mis hijos, de 65 y 58 años! No he fumado durante 45 o 50 años. ¡Dejé de beber alcohol porque no quería que mis ojos se “cayeran”! No ingieras nada de comida chatarra, ama la vida, trabaja duro. ¡Me preocupo profundamente por mis amigos y el campo que elegí como modo de vida!



Modelos: Juju, Olajuwon Anderson y Adarsh Jaikarran

Director de video: Dan Mattalana

Editora en jefe: Sarah Gore Reeves

Market editor: Emily Benziger

Asistente de styling: Cassiopeia Alexander

Directora de arte: Jennifer Rosenblum

Maquillaje: Brigitte Reiss Andersen

Pelo: Moiz Alladina

Helen Drutt fue fundadora y directora de su galería homónima en Filadelfia (1973-2002), una de las primeras galerías en comprometerse con el movimiento artesanal moderno y contemporáneo no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo, pues además de llevar la artesanía americana al reconocimiento internacional, también introdujo obras europeas, australianas y asiáticas en América.

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