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HISTORIAS DE GRANDEZA: UNA MIRADA ÍNTIMA Y SORPRENDENTE A MARÍA FÉLIX

Por: Daniel Zepeda
Fotografía: Daniel Zepeda con iPhone 16 Pro

Sin introducciones ni preámbulos, María Félix es uno de los íconos culturales mexicanos que sigue trascendiendo fronteras y décadas. Su imagen de fortaleza y transgresión sofisticada revolucionó los estándares de su época, consolidándola como una de las figuras más influyentes del cine mexicano y la cultura popular. Durante la Época de Oro del cine mexicano, no solo cautivó al público con su talento y carisma, sino que también se convirtió en un símbolo de la identidad y la grandeza mexicana. A lo largo de su vida, su estilo y personalidad fascinantes hicieron de ella una figura admirada y respetada en países como Francia, España e Italia. La estética de María Félix, su sentido de libertad y su capacidad de autodeterminación han inspirado a generaciones de artistas, diseñadores y seguidores en todo el mundo, cimentando un legado que sigue vivo y continúa fascinando a nuevas generaciones.


Durante la segunda entrega de Historias de Grandeza de American Express, el curador nos adentra en el fascinante mundo de María Félix a través de una cuidadosa selección de piezas que han sido resguardadas durante años. Esta muestra no solo celebra su legado en el cine y la moda, sino que revela un lado menos conocido: su vida íntima, sus gustos personales, y su capacidad de construir una figura inolvidable.


En una íntima conversación con M Revista de Milenio, Rodrigo Flores, curador de la exhibición, nos comparte el proceso de selección de cada objeto, los desafíos de mostrar a una María Félix menos pública, y cómo esta muestra conecta con el concepto de grandeza que caracteriza a la impenetrable figura de “La Doña".




¿Cuál fue el proceso de selección de las piezas y objetos exhibidos en Historias de Grandeza?
Para esta curaduría, decidí que fuera lo más sorprendente posible. La colección que tengo se ha exhibido en otras ocasiones, pero con la invitación de American Express de presentar estas piezas en este evento de grandeza mexicana, pensé que sería interesante traer algunas piezas que nunca se hubieran exhibido antes. Ese fue el primer hilo conductor: incluir algunas piezas que no se hubieran mostrado previamente. Y creo que eso es parte del encanto que va a sorprender a la gente.


Lo que quería transmitir en todos los sentidos es una María más íntima. Se han hecho muchas exposiciones y se han mostrado muchas fotografías. Y siempre ha habido mucha visibilidad de diversos aspectos de la vida de María, pero aquí intenté que hubiera una parte menos conocida para el público, una visión de una María más íntima: su casa, su tránsito por el cine, su gusto tan sofisticado por los textiles antiguos, más allá de su amor por la alta costura y la moda.


Es una mezcla muy interesante porque hay piezas de alta costura que utilizó en el cine y otras que llevaba en su vida cotidiana. Para mí, esta combinación tiene mucho encanto: poder mostrar cómo era ella en cuanto a la moda, el cine y su vida personal. Claro que en el cine, algunas producciones estaban subordinadas a la época de la película, ya fuera una ambientada en el siglo XIX o en las décadas de los cuarenta o cincuenta.
Al final, creo que logramos mostrar y sorprender a los invitados de American Express con objetos que nunca se habían visto antes.



María Félix es una figura icónica en México y el mundo. ¿Cómo lograste equilibrar su imagen pública con aspectos más personales o desconocidos en la exhibición?
Un personaje con este grado de complejidad como María Félix es difícil de separar. Yo tuve, en la década de los noventa, la oportunidad de conocerla y tratarla tres o cuatro veces. A ella, como se ve en la exhibición, le gustaban mucho las antigüedades, al igual que a mí. Entonces, si mi memoria no me traiciona (y ese dato hay que corroborarlo), la primera vez que la conocí fue en 1997, en una inauguración de una exposición de antigüedades en el Franz Mayer, y después la vi tres veces más.


Ahí comencé a entender cómo, para ella y para muchas otras figuras emblemáticas en distintos ámbitos (social, artístico, cultural), construir un personaje era fundamental. Aunque el personaje permeaba entre la realidad y la fantasía, pude distinguir cómo era ella con menos personas o estando sola.
Aquí hay una muestra de ambos mundos. Desde el traje fabuloso de La diosa arrodillada hasta un sencillo atuendo de La maestra rural en Río escondido. Aunque ella jamás podría, quizás, desprenderse del personaje de La Doña.


Entre los artículos personales hay una bolsa con las iniciales de María Félix Berger; una bolsa de Hermès que era algo muy personal y que se ha exhibido muy pocas veces. No formaba parte de ningún vestuario de las películas, sino que era algo tan personal que llevaba las iniciales de ella y de su último marido.



¿Hay algún aspecto particular de la vida o carrera de María Félix que quisieras destacar con esta muestra? ¿Por qué?
Para mí, todo tiene magia por diferentes razones. Pensando en la relevancia de alguna pieza, destacaría la invitación que dibujó Diego Rivera para el aniversario de la muerte de Frida Kahlo, dedicada a María Félix. Es muy relevante: una pieza histórica, porque en ella están integrados tres personajes de enorme relevancia en la historia de México, más allá de la historia del espectáculo o de las artes plásticas. Es una invitación que dibujó Rivera para el aniversario de Frida Kahlo, con una imagen de Frida, dedicada a María Félix.


Esta invitación es muy interesante porque Diego mandó varias a distintas personas. Investigando estos años, descubrí que esta invitación está personalizada para María Félix. Existe otra idéntica (en impresión) que, en lugar de tener el sapo rana que le habla a María Félix, tiene al sapo rana junto a una estrella con peluca rubia que representa a Silvia Pinal. Esa invitación se encuentra en la casa de Silvia Pinal. También hay una en la colección de Dolores Olmedo, aunque las demás eran impresas simplemente.

La exhibición explora el concepto de “grandeza” en la vida de María Félix. ¿Cómo defines tú esa grandeza en el contexto de su vida y su carrera?
Yo creo que su grandeza abarcó muchos aspectos, desde luego en el cine, pero también en la vida social y cotidiana. Pocos personajes llegan a impactar tantos niveles en la sociedad mexicana; a cualquiera que le hables de María Félix encuentra un punto de interés.


Ya hace 22 años que murió, y la gente sigue hablando de ella y sigue llamando la atención. Creo que hablarán de ella siempre, porque incluso las generaciones más jóvenes encuentran algo con lo que conectarse: quizás esa rebeldía, ese sentido de libertad, ese pensamiento de vanguardia fuera de los moldes. Su trascendencia tocó todo: el ámbito social, político, cotidiano y, desde luego, artístico. Percibo su trascendencia como un todo, porque aunque hay estrellas importantes del espectáculo, sobre todo de la Época de Oro del cine mexicano, ninguna como ella.



¿Qué desafíos encontraste en la organización de esta exhibición, considerando la riqueza y complejidad de la figura de María Félix?
Siempre, cuando me invitan a compartir esto (porque lo considero "compartir" con diferentes audiencias o públicos), no tengo desafíos como tal. El verdadero desafío es prepararlo en poco tiempo. Siempre que hablo de esta y otras colecciones, para mí lo más importante es poder compartir con la gente, porque coleccionar sin compartir no tiene sentido. Hay coleccionistas que coleccionan para placer propio, lo cual es válido, pero a mí me gusta ver cómo el público se sorprende, sonríe, o cómo su mente viaja al ver una pieza que difícilmente podría ver, porque no está al alcance de todos. Es una fotografía de un tiempo.



¿Cómo lograste crear una conexión entre La Doña, por medio de sus objetos personales, y los gustos de los tarjetahabientes de American Express?
Precisamente, como comentábamos, hay algunas piezas relevantes que pertenecieron a su casa, a su guardarropa, a su entorno; todas son importantes. Lo que quería mostrar en este entorno, que creó American Express, era algo que no hubieran visto antes. Creo que lo logramos.



Finalmente, ¿qué esperas que el público sienta o aprenda sobre María Félix al recorrer esta exhibición?
Lo que quisiera dejar en el público, en los invitados que vendrán en este día de grandeza mexicana, es que conserven por años la memoria de un personaje que, como dijo Octavio Paz, nació dos veces: cuando la concibieron sus padres y cuando ella se inventó a sí misma.


El personaje permanecerá, pero al acercarlo tanto a las personas, a los invitados, nunca se les olvidará. Nunca olvidarán que vinieron a este museo, que American Express les abrió las puertas a este espacio, a esta colección; lo conservarán para siempre. Es algo memorable, y eso es muy valioso porque permite mantener vivas estas historias en el futuro.

La nueva entrega de ‘Historia de Grandeza’ de American Express celebra a María Félix revelando objetos nunca antes vistos de "La Doña", permitiendo a sus asistentes descubrir una faceta más personal y cercana de la icónica figura mexicana.

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