HISTORIAS QUEER ENTRELAZADAS: AMOR, IDENTIDAD Y RESISTENCIA
Por: René Villaseñor García
Imágenes: cortesía de los artistas
Las narrativas que representan a la comunidad LGBTQ+ juegan un papel crucial en la visibilidad y la comprensión de sus experiencias y desafíos. Estas historias, contadas a través de diversos medios, ofrecen una ventana a la vida de individuos queer; el amor, la identidad, la aceptación y la resistencia son variables que conforman el día a día y que se entrelazan con todo aquello que merece ser contado.
Tengo que morir todas las noches (2024)fue una idea que surgió a Guillermo Osorno tras reencontrarse con Henri Donnadieu, el dueño del mítico bar El Nueve, uno de los primeros centros nocturnos abiertamente gay en México y un importante espacio cultural durante los años ochenta. Después de años de investigación, entrevistas y escritura, Osorno publicó el libro en 2014, convirtiéndose en un éxito de ventas y una obra clave en la literatura LGBT de México.
Uno de los pilares de la comunidad LGBTQ+ en la actualidad, es el de la chilena Daniela Vega; la actriz trans chilena que ha dado la vuelta al mundo tanto por su talento en la actuación, como por su incesante lucha por los derechos humanos. En La Visita (2014) vemos a Elena (interpretada por Daniela Vega), quien regresa a casa tras la muerte de su padre. El filme captura la represión de sentimientos y verdades que prevalecen en las relaciones familiares bajo ese techo. Elena, una mujer trans, enfrenta el silencio y los murmullos de su familia mientras busca la aceptación de su madre.
Efímera (2021) de Luis Mariano García, presenta la historia de Emilia, una estudiante de preparatoria y futura arquitecta. Todas estas ambiciones se van un poco de lado cuando conoce a Renata y su plan de vida cambia por completo. Presentando una relación lésbica adolescente con una naturalidad y fluidez que asimilan a la vida real, el filme de García se llevó ovaciones y reconocimiento en los festivales internacionales de cine de Guanajuato y Morelia.
Porque estas historias no solo llegan a través de documentales, también hay dos documentales que siguen la resistencia y la expresión identitaria de la comunidad LGBTQ+. Yo maté a Lucca (2023) de Ana Moreno Hernández, ha recorrido festivales internacionales, incluyendo Vancouver, Berlín y Madrid, con su historia sobre ansiedad y depresión. Carmen Ramos, la protagonista, encuentra a su novia ideal, Lucía, pero un doloroso recuerdo de su infancia desencadena una crisis de ansiedad narrada por comentaristas deportivos imaginarios. En otro estilo que contrasta al de Moreno Hernández, llega Juan Briseño, con su cortometraje Más Allá de la Carne (2023). Situado en la época de la Guerra Cristera, tenemos la historia de Mateo y Jacinto, seminaristas que comienzan a enamorarse. La película explora la delgada línea entre la amistad y el deseo en un contexto de intolerancia social.
El teatro incluso más que otras disciplinas se presta para la representación y la identificación. Afterglow, dirigida por Juan Ríos y producida por Sergio Gabriel presenta la adaptación de la obra homónima escrita por S. Asher Gelman, que aborda los riesgos de tener una pareja abierta a través de la historia de un matrimonio gay. Sergio Gabriel destaca la fuerza de la obra en su tratamiento de temas universales como el poliamor y la sexualidad, con un enfoque que no se reserva nada, tanto en palabras como en desnudos físicos y emocionales.