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LA CALIDEZ DE LOS SENTIDOS SON ATRAPADOS POR DIPTYQUE ESTA TEMPORADA

Por: M Revista de Milenio
Imágenes: cortesía de la marca

En esta ocasión la llama pasa de ser un elemento incandescente e intangible, a convertirse en el motivo principal y central de su nueva colección, representado en forma de caligramas compuestos por las palabras de una definición poética que consta en la Enciclopedia del Siglo de las Luces y data de 1751. Una definición que es una auténtica fórmula mágica, y ha sido elegida por Diptyque para encarnar el motivo protagonista: « Cuerpo sutil, ligero, luminoso y ardiente que vemos elevarse sobre la superficie de los cuerpos que arden. »


Como las letras emblemáticas de la Casa, las llamas dominan por su color y por su variedad la colección de fin de año. Es un simbólico retorno a los orígenes; un festival de llamas que bailan, cerrando con un alarde imaginativo el año que marca el sesenta aniversario de la emblemática vela clásica creada en 1963 y que se ha convertido en icono de Diptyque.

La llama es el alma de la Casa y ejerce su seducción al tiempo que revela su naturaleza, tan poderosa como delicada y frágil. Es el vehículo que difunde la fragancia, mientras vuela la imaginación y brota el sueño. La llama invita a quien la contempla a vivir la emoción de un instante perfumado, ese momento singular en que la luz se torna perfume. Llena de vida y expresándose a través de su danza, la llama participa, como el diseño tan apreciado por Diptyque, en la historia y la creación de los perfumes.


Engalanada de volutas resplandecientes, la colección creada para las fiestas enamora y sorprende por su aspecto y por su diversidad. Desplegando una multitud de creaciones y detalles entre los cuales es fácil encontrar el regalo perfecto, la colección ofrece una amplia variedad de objetos perfumados y decorativos que propician la cordialidad, la alegría y la emoción de compartir un momento festivo. De la imprescindible vela modelo clásico en ediciones limitadas a las nuevas velas finas perfumadas en cera moldeada; del portavelas a la cera perdida dorada al precioso calendario de adviento; del detalle más pequeño al regalo más excepcional, la colección de fin de año anticipa y satisface las preferencias y deseos de todos y cada uno con esplendor, generosidad y buen gusto.

En primera fila de las sugerencias para regalo figuran tres nuevas velas modelo clásico en edición limitada, en recipientes de vidrio decorados con llamas de color, negras y doradas. Reinterpretaciones luminosas de las fragancias que evocan la estación invernal, ofrecen percepciones olfativas exclusivas. La vela Sapin, de perfume fresco y espinoso, evoca las cálidas sensaciones del árbol que se lleva deprisa a casa y se decora de inmediato con guirnaldas festivas. La vela Délice, con sus acordes de frutos secos y vainilla, es la firme promesa de un momento festivo y goloso. Por fin, la vela Coton, una interpretación olfativa de la suavidad del algodón obtenida gracias a la naturaleza untuosa del haba tonka, ofrece una envolvente calidez invernal.

Otra novedad ideal para vestir la mesa de fiesta es la vela Ambre en modelo grande, cuyo vaso de cobre esmaltado con una mezcla que contiene oro auténtico le confiere un aspecto auténticamente precioso.

Con un formato excepcional, otro huésped distinguido de la colección celebra el alma y el emblema de Diptyque para las fiestas de este año: la vela Baies modelo extragrande, con sus cinco kilos de cera y sus nueve mechas, que como un corro de llamas danzarinas atraen inevitablemente las miradas, se presenta en un recipiente esmaltado de color negro profundo y acabado mate, estampado con el óvalo emblemático de la Casa.

Esta vela majestuosa se une a las demás creaciones especialmente concebidas para las fiestas, como el difusor de fragancia para interiores, obra de artesanía artística realizada en vidrio de Murano con incrustaciones de lentejuelas plateadas, que convierten cada unidad en una pieza artesanal exclusiva.

Para acompañar estos objetos excepcionales, la colección incluye otras creaciones igualmente singulares.
El eau de toilette L’Eau Papier, un recién llegado que ha encontrado una entusiasta aceptación entre los perfumes personales, se presenta este fin de año en edición limitada: decorado en oro, facetado con un sutil relieve y realzado por una ilustración que deja entrever en transparencia los matices de la tinta sobre el papel.

Regalos soñados y seductores, los objetos decorativos especialmente creados para la temporada de fiestas retoman, cada uno a su manera, los códigos tradicionales de Diptyque. La línea « Basile » se presenta en una versión dorada de las líneas de su antológico motivo. La artista Cécile Bichon rinde homenaje a la cera, su materia favorita. La funda de cuero celebra la llama de Diptyque.

La ornamentación para la vela, la base y el portavelas de la colección inédita « Rayon », piezas de orfebrería realizadas en un taller de Portugal, decoran y reflejan la llama de la vela a través de sus rayos dorados. Fabricado de manera artesanal en vidrio borosilicato y modulable a voluntad, el nuevo portavelas « Infini », inspirado en el óvalo emblemático de la Casa, exalta la llama situándola en la cúspide de la creación. En sus versiones especiales que retoman la forma de este último, el carrusel de diez adornos y el farol, accesorios festivos por excelencia, crean sorprendentes juegos de luces y sombras.


Finalmente, compañeros generosos e inspiradores, los diferentes estuches y bolsas para velas y perfumes, entre los que destaca el estuche ritual compuesto por la nueva vela perfumada recargable « La Vallée du Temps », acompañada por sus accesorios, completan la colección y le añaden un toque original.


Promesa de celebraciones luminosas y festivas como las llamas danzantes que decoran sus piezas, esta colección celebra con esplendor los sesenta años de la vela clásica. Otorga protagonismo a la llama de Diptyque, símbolo de cordialidad y del placer del encuentro, que acompaña los momentos dichosos con la exuberancia de sus fragancias e invita a admirarla y compartirla al infinito.

Para celebrar la magia de la llama, Diptyque nos invita a observarla bajo una perspectiva diferente y le concede un inédito protagonismo.

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