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LA HISTORIA DEL BAIGNOIRE DE CARTIER: UN ÍCONO A TRAVÉS DEL TIEMPO

Por: Mary Lizbeth Pérez G.
Imágenes: cortesía de la marca

La maison francesa Cartier, reconocida por su prestigio en el arte de la relojería, nos sorprende una vez más con el icónico reloj Baignoire, una verdadera joya que forma parte del ilustre legado de la marca. A lo largo de su historia, Cartier ha creado piezas emblemáticas que han dejado una huella imborrable, como el famoso reloj Santos en 1904, caracterizado por su audaz diseño cuadrado, o el revolucionario Tortue en 1906. Sin embargo, fue en 1912 cuando la marca presentó al mundo una verdadera obra maestra: un reloj extraordinario con una caja rectangular de extremos redondeados. Esta innovación evolucionó con el paso del tiempo, y en 1958 dio lugar a un reloj único, conocido como "ovalado curvo", cuya caja ligeramente curvada se ajusta de forma perfecta a la muñeca, ofreciendo una experiencia inigualable.


A lo largo del tiempo, el reloj Baignoire ha experimentado numerosas variaciones, siempre conservando su esencia única. Esta icónica creación de la casa representa un sinfín de posibilidades que la marca ha sabido moldear, convirtiéndola en una auténtica obra de arte.


En su versión actualizada de 2023, el bisel del reloj ha sido ampliado, siguiendo una tendencia de trazos metálicos dorados de mayor grosor en la joyería. Para conferir un aspecto aún más lujoso, el Baignoire se ha diseñado con un brazalete en lugar de la correa tradicional, aunque también existe una opción con correa de piel negra. Sin duda, el Mini Baignoire representa la expresión del concepto deseado por Cartier y Marie-Laure Cérède, la directora creativa de la marca.

El Mini Baignoire funciona con un calibre de cuarzo. Sus dimensiones (24.6 mm de largo, 18.7 mm de ancho, 7.2 mm de grosor) no logran describir por completo esta encantadora pieza. La otra variante de Bagnoire es el "pequeño" (31.4 mm de largo, 23.1 mm de ancho y 7 mm de grosor). Evidentemente todas estas variantes funcionan con un calibre de cuarzo.


Marie-Laure Cérède, directora creativa de joyería y relojería de Cartier, ha compartido sus impresiones sobre el enfoque renovado de este reloj. Según Cérède, la firma ha logrado fusionar de manera excepcional los oficios de joyería y relojería, creando un estilo elegante y sofisticado plasmado en esta joya. La combinación de una pulsera hecha a mano con una esfera minimalista resalta el rico patrimonio de Cartier.


La versatilidad de esta pieza se ve realzada por el poder y la vitalidad de Lou Doillon, quien destaca como cantante, intérprete, actriz y modelo. Su conexión personal con Cartier y el Baignoire se remonta a su fecha de cumpleaños, cuando recibió un reloj Baignoire de su madre. Para Doillon, Cartier encarna la elegancia y sofisticación del zafiro, la simplicidad de la esfera y la atemporalidad de las formas.


Con esta colaboración, Cartier sigue celebrando el amor y las ocasiones especiales, perpetuando su legado de elegancia y refinamiento en el mundo de la joyería y la relojería.

Del pasado al presente, Baignoire ha forjado su identidad, convirtiéndose en una obra de arte que resiste el paso implacable de los años.

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