Fotografiada por Willy Vanderperre, esta campaña captura a cuatro estrellas de renombre mundial (Maya Hawke, Damson Idris, Louis Partridge y Kim Tae-Ri) interpretándose a sí mismos, en sus propias burbujas. Esta noción es literal además de ideológica: cada uno está sentado en una esfera reluciente, una percha que se convierte, a su vez, en una cápsula voladora o en una nave personal, un vehículo metafórico para navegar hacia destinos imaginarios individuales.

Ilustrando lo imaginario, detrás de cada individuo, un fantástico paisaje espacial fusiona el pasado con el futuro, la memoria con la expectativa. El piso de mármol a cuadros de la histórica boutique Prada de 1913 ubicada en la Galleria Vittorio Emanuele II, en Milán, se adentra en un horizonte galáctico, un panorama del espacio profundo extraído de imágenes de telescopios, brillando con estrellas. Como si imaginaras el contenido de un regalo listo para ser desenvuelto, aquí anticipas toda una galaxia lista para ser explorada.