Durante más de un siglo, Cartier ha considerado el reino animal como una fuente ilimitada de inspiración y significado simbólico para sus excepcionales creaciones de joyas y relojes. Capturando la belleza, el poder y la gracia innatos de animales emblemáticos a través de un arte y una artesanía innovadores, el bestiario de Cartier ha dejado su huella en la relojería de la firma francesa desde 1914, cuando el pelaje de la pantera envolvió con su motivo una caja por primera vez.

Este año, surge una fascinante quimera fruto del encuentro entre la cebra y el cocodrilo, que inspira esta creación gráfica y orgánica con pavé completo donde cada raya ha sido lacada a mano. La silueta de la criatura imaginaria rodea una esfera en forma de rombo como si quisiera abrazarla. La delicadeza del grabado alrededor de cada piedra de color refleja el savoir-faire de la Maison. Bajo el nombre de Reloj Joya Tigre, esta enigmática pieza con movimiento de cuarzo presenta tres variantes. La primera en oro rosa con una caja, esfera y hebilla engastadas con rubíes y diamantes talla brillante (2,8quilates), laca negra con su corona engastada con un rubí. Su correa de piel de becerro negra y segunda correa de piel de aligátor negra eleva los sentidos al máximo. Su segunda variante en oro blanco rodeado tiene una caja, esfera y hebilla engastadas con granates tsavoritas y diamantes talla brillante (2,8 quilates), laca negra y su corona está engastada con un granate tsavorita. Su correa de piel de becerro negra y segunda correa de piel de aligátor azul marino que acentúa los colores de sus piedras. Por último, su tercera variante en oro amarillo tiene una caja y hebilla engastadas con espinelas negras y diamantes talla brillante (1,6 quilates), laca negra, y su corona está engastada con una espinela negra, esfera de ónix. Su correa de piel de becerro negra y segunda correa de piel de aligátor negra abraza los tonos amarillos de la pieza.

Otra de las icónicas piezas presentadas por la Maison para Watches and Wonders 2024 fue el Reloj Joya Cocodrilo, una magnífica labor de savoir-faire que capta el volumen y la tensión de las curvas, los ángulos de las escamas del reptil e incluso la chispa de vida que se refleja en el ojo de esmeralda. El reptil debe la precisión de su perfil a la riqueza cromática de los degradados del esmalte de la caja y la esfera, que ensalzan las tonalidades de los zafiros y los diamantes. Este savoir-faire es una de las especialidades de los artesanos de Cartier de la Maison des Métiers d'Art de La Chaux-de-Fonds en Suiza. El cocodrilo, que se representa en su tota- lidad en esta creación con volumen, observa el paso del tiempo. El realismo del diseño revela unos materiales preciosos a punto de cobrar vida. El propio animal parece haberse convertido en diamantes.