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LA RESURECCIÓN DE “ORAL”: BJÖRK, ROSALÍA Y LA LUCHA POR LA NATURALEZA DE ISLANDIA

Por: René Villaseñor García
Imágenes: cortesía del artista

El single “Oral” viene del pasado y se regodea en el presente a través de dos de las cantantes más influyentes de esta época contemporánea. Entre las grabaciones que hizo la islandesa para su álbum Homogenic (1997) y la obra maestra del art-pop, Vespertine (2001), surgió la base original para esta canción. De entre los archivos existentes, se le recordó su existencia a Björk durante su gira por Australia a principios de este año. Más o menos por las mismas fechas, se publicó en Islandia un informe sobre el impacto ambiental que está teniendo la cría comercial del salmón en las tierras vírgenes del país nórdico.


Identificándose profundamente con la causa activista que siempre ha acompañado el aura de la cantante, Björk decidió acudir a Rosalía. En una mezcla de idiomas y estilos, esta colaboración ha terminado por ser una viaje por los noventas y al mismo tiempo una representación del 2023. Las dos artistas tomaron las riendas en la producción y en la mezcla del single que combina voces de la misma edad pero con 25 años de diferencia entre ellas.


Asimismo “Oral” existe con el único objetivo de generar conciencia sobre la cruel práctica de la cría de peces en jaulas abiertas. Esta práctica desmedida, introducida en Islandia por empresarios noruegos, ha llevado a la producción masiva de salmón en condiciones poco naturales. La práctica ha acelerado el crecimiento de los peces, generando mutaciones genéticas y propiciando la proliferación de parásitos y enfermedades. Uno de los problemas más graves es la falta de regulación y supervisión en este sector, lo que ha provocado la fuga regular de salmones genéticamente alterados y enfermos de los corrales. Estos peces escapan hacia las áreas de desove del salmón salvaje, creando una mezcla genética que pone en riesgo la supervivencia futura de la población del salmón nativo de Islandia.

El llamado de atención de Björk y Rosalía a través de su canción busca sensibilizar a la población sobre esta problemática ambiental y la necesidad urgente de regulaciones más estrictas para preservar la riqueza natural de Islandia y proteger su ecosistema marino. Con una carrera que abarca diversos géneros y una profunda conexión con la naturaleza, Björk explora la intersección entre el arte, el activismo y la urgente necesidad de prácticas sostenibles en la industria musical. En exclusiva para M Revista de Milenio, la artista y activista nos comparte los detalles de su nuevo lanzamiento.



¿Cómo surgió la idea de colaborar con Rosalía en una canción? ¿Cuál fue la inspiración detrás de esta colaboración?

Esta canción la escribí hace 24 años y programé el ritmo yo misma en un estilo dancehall. Dancehall es el abuelo simbólico del reguetón, así que cuando estaba pensando en quién podría ser invitado a participar, inmediatamente pensé en ella. Su último álbum jugaba mucho con el reguetón experimental. También siento que es una hermosa coincidencia que nuestras voces tengan la misma edad en esta grabación. Se sintió como si estuviera destinado a suceder.


A lo largo de tu carrera, has explorado una amplia gama de estilos y géneros musicales. ¿Qué te atrajo de la música de Rosalía y de la música hispana en general? ¿Cómo influyó en tu enfoque creativo?

La primera vez que la escuché fue cantando flamenco y supe de inmediato que era fenomenal y lo sería por mucho tiempo. Ella puede hacer de todo, no solo es una cantante excepcional en flamenco y pop, sino que también escribe, produce, mezcla, masteriza... todo el paquete.

Siempre he escuchado mucha música hispana, toda mi vida. Recuerdo escuchar la “Misa Criolla” sin parar cuando era adolescente, flamenco, fado, salsa, de todo. Creo que en general, las personas islandesas se relacionan más fácilmente con culturas que no hablan inglés. Inclusive mucha de la literatura sudamericana siempre han sido best-sellers en Islandia, más que en otros países europeos.


¿Qué crees que aportó Rosalía a la canción o al proyecto que tal vez no podrías haber logrado por ti misma?

¡Definitivamente, la musicalidad! Su voz y sus sensibilidades le dieron otra vida a la grabación. Además, los activistas en Islandia con los que trabajo en contra de la cría de peces en corrales abiertos me han señalado que los países donde este es el mayor problema son los de habla hispana, como Argentina y Chile. Así que también la apertura que brinda el lenguaje ayudará a que el problema se visibilice fuera de los países anglosajones.


A nivel más personal, ¿cómo mantienes una conexión con la naturaleza en tu vida diaria y cómo influye esto en tu creatividad? ¿Tienes prácticas o hábitos que consideres especialmente significativos para mantener esa conexión?

Bueno, vivo en una playa y camino allí muchas veces a la semana, a menudo diariamente. También voy mucho a las montañas. Siento que pasar de una a tres horas al día al aire libre es fundamental para que nuestros cuerpos equilibren toda la energía que nos atraviesa.


¿Puedes compartir alguna experiencia específica en la que la naturaleza haya influenciado directamente tu perspectiva y tu música?

Muchas de mis canciones las escribí mientras caminaba al aire libre. Por ejemplo, “Jóga” la escribí durante una tormenta de nieve en enero en las afueras áridas de Australia. Creo que se pueden ver los valles que crucé dentro la canción y cuando alcancé las cumbres... ¡obviamente en el estribillo!

Toda la recaudación de "Oral" se destinará a apoyar una causa judicial contra los criadores de salmón, presentada por residentes de la ciudad de Seyðisfjörður, en la parte oriental de Islandia.

Björk revive una grabación del pasado y une talentos con Rosalía para crear una canción que sobrepasa las barreras del lenguaje y lucha por los ecosistemas naturales de Islandia.

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