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LAUREN WASSER: THE GOLDEN TRUTH

Por: Betsy de la Vega Tay
Fotografía: Beau Grealy

La modelo, activista, miembro de la comunidad LGBT y atleta sabe que a veces es necesario soltar para ganar algo mucho más valioso. Tenía 24 años cuando, después de síntomas iniciales parecidos a los de la gripe, seguidos de insuficiencia renal y dos ataques cardiacos, fue inducida al coma.


Los médicos que intentaban salvarla le dieron 1% de probabilidades de sobrevivir. En ese momento, la también apasionada jugadora de baloncesto perdió la pierna derecha en un intento por salvar sus órganos de la gangrena que se extendía rápidamente. Siete años después, enfrentó la difícil situación de aceptar que le amputaran la otra pierna, una decisión que describe como una de las mejores cosas que hizo, pues la ayudó a volver a sentirse ella misma.


Si le describieras a un niño quién eres, ¿qué le dirías?

Diría que soy una superheroína, un robot. Cuando los niños me ven se fascinan con mis piernas doradas, quieren tocarlas, ver cómo corro, camino o me muevo. Piensan que es genial, así que les digo que claro que lo es.


¿Cuál es tu mejor cualidad?

Soy una idiota enorme. No me tomo nada en serio, me río de mis piernas todo el tiempo. Encuentro comedia en todo, creo que esa es la belleza de la vida. No podemos cambiar los hechos, pero sí podemos cambiar la perspectiva.


¿Tu mayor defecto?

No tengo paciencia.

¿Cómo fue aprender a caminar de nuevo?

Tuve que sentarme y aprender a tener paciencia. Y ahora que estoy despierta, quiero hacer tantas cosas. Ya he perdido mucho tiempo para llegar aquí, sobrevivir a todo esto y tener que construirme de adentro hacia afuera y desde cero. Eso tomó todo lo que tenía, de verdad. Así que ahora estoy lista para lanzarme con todo.


¿Cómo cambió tu vida después de perder ambas piernas?

Una vez que tomé la decisión de amputar mi segunda pierna recuperé la vida. Ya no tenía ese dolor que duró siete años. Quería salvar mi pie izquierdo, pero me di cuenta de que nunca sucedería. Así que amputarlo una vez que cumplí los 30 fue la mejor decisión que tomé.


¿Qué consejo le darías a esa joven de hace 10 años, cuando todo sucedió por primera vez?

Una cosa que todavía digo hoy es: “Solo espera”. Algo hacía clic dentro de mí cada vez que quería terminar con mi vida. Sabía de alguna manera que tenía que superarlo, estaba en modo de supervivencia. Cada segundo que pasaba no pensaba en nada excepto en vivir un minuto más. Estoy muy agradecida por aguantar, porque la vida que tengo es hermosa y estoy feliz de poder impactar al mundo.


Eres una defensora de la concientización para evitar el SST, ¿has visto avances?

Una madre que perdió a su hija en menos de 24 horas por SST ha hecho mucho trabajo preliminar para que los proyectos de ley se aprueben a nivel federal en Estados Unidos. Necesitamos responsabilizar a las empresas que fabrican tampones. Con suerte, significará hacer que esto desaparezca y no tener que volver a pensar en ello. Ese es mi objetivo, se que podría llevar toda mi vida hacer este cambio. Sé que no va a suceder de la noche a la mañana, pero definitivamente, es algo que va a cambiar. Creo que el poder está en nuestras historias y en las historias de las que nunca has oído hablar. Por lo general, soy la única chica que la gente conoce con esta experiencia, pero esto sucede todo el tiempo y ha matado a miles de mujeres. No soy la única.

Lauren Wasser sobrevivió al síndrome de shock tóxico (SST) en 2012, una enfermedad grave causada por bacterias que producen toxinas debido al uso de tampones. Al final, en un intercambio que pocos se atreverían a hacer, perdió ambas piernas para ganar su libertad.

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