Fuiste elegida para dirigir tu propio cortometraje como parte de Miu Miu Women’s Tales. ¿Cómo fue esta experiencia? 

Yo ya era fan de varios cortometrajes, entonces cuando llegó la invitación no lo pensé; fue un “sí” instantáneo. Me parecen muy lindas todas las historias que se han trabajado. Esta iniciativa tiene de todo, desde Lynne Ramsay a Lucrecia Martell, así como Agnès Varda, Carla Simón, Crystal Moselle. Todos estos trabajos tienen una esencia que no tiene tanto que ver con el país del que viene, sino con la persona que lo hizo. Es una oportunidad preciosa que Miu Miu te invite con esa libertad, que te den carta abierta. Obviamente tienen que entrar los vestuarios, pero no se siente como una imposición sino que es algo que le agrega capas a la historia. 

La ópera y las galerías de arte son los escenarios de tu corto ¿Qué fue lo que te llamó la atención para elegirlos? 

Yo trabajé en ópera hace mucho tiempo y le tengo un profundo respeto. Las y los cantantes de ópera son de otra naturaleza, creo que tienen un rigor, una profundidad y un virtuosismo que me han venido acompañando durante mucho tiempo. Al mismo tiempo, me encantaba que la historia fuera en una galería, porque yo siempre me quedo observando a las cuidadoras o cuidadores. A veces peco de curiosa, pero es porque los humanos me parecen muy lindos, cada uno es un misterio y existe un universo dentro de todos que no se observa a simple vista. Fue una oportunidad preciosa, y siento que estoy en un buen momento. Como los atletas, estoy en forma. El guión de EYE TWO TIMES MOUTH, al igual que el de La Camarista, sigue la vida de mujeres que suelen pasar desapercibidas por la sociedad. Tú decides que sean el foco. Me gustan mucho estos personajes que no destacan necesariamente, pero que tampoco tienen esa necesidad de ser vistos, porque hablan de una verdad interior. Soy muy observadora, me genera mucha curiosidad la gente silenciosa porque tienen algo que debes descifrar. Hay que levantar un velo para conocerlos. 

Diriges y escribes como si lo hubieras hecho durante décadas, ¿cómo nació tu pasión por el cine? 

Nació en la bendita Cineteca Nacional. Y claro, formamos parte de la generación del VHS en la que las películas eran el pan de cada día. Fui de esas personas que pasan mucho tiempo viendo cine y me cimbró muy ferozmente. Luego entré de lleno al teatro, cuya belleza radica en la palabra, y ahí me sentí muy cómoda, pero el cine tiene esta parte hermosa de cuando tu película empieza viajar, la gente la conoce y se traduce distintos idiomas. Es la virtud del arte, si lees el libro indicado en un momento de crisis, va a significar la gloria. Creo que eso pasa con el cine, tiene esa posibilidad de espejear. 

¿Qué nuevas historias tienes en puerta? 

Viene Tótem. Ya es mi segunda película, y me siento muy afortunada de poder hacerla realidad. Me interesa seguir haciendo cine, quiero hacer documentales, televisión, trabajar en otros países. Si me pongo a pensar en la vida de las directoras y los directores que me gustan, casi nunca son directores de una película o de un género. Me gustaría darme la oportunidad de seguir jugando y cambiando. Incluso me gustaría hacer una película de terror. Claro, siempre desde el lado artístico, nunca por lo superficial, no quiero quedarme en el mismo lugar. 

Para ver el cortometraje: www.youtube.com/watch?v=XjS7MH-1GRA