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RICARDO PICO SOBRE EL LEGADO VIVIENTE DEL SOTOL

Por: Camila Larrea
Imágenes: cortesía de la marca

Ricardo Pico es un apasionado de los destilados. Se le ocurrió la idea de buscar pequeños productores en Tijuana para explorar una bebida tradicional que no es lo suficientemente conocida. Fue así como tuvo su primer encuentro con el sotol.


Durante más de diez años, ha sido un embajador incansable del Sotol Chihuahuense. Su labor ha sido fundamental en colaboración con productores de todas las regiones del estado para revitalizar la rica historia del sotol y salvaguardar sus antiguos métodos de elaboración. En la actualidad, está dedicado a programas de reforestación destinados a la protección del dasylirion, la planta esencial para la producción de sotol, garantizando así su preservación para las generaciones futuras.


En una entrevista exclusiva para M Revista de Milenio, Ricardo nos relata la historia de la creación de Sotol Nocheluna, su búsqueda del sotol tradicional y cómo finalmente logró darlo a conocer con la ayuda de una estrella de rock.

¿Cómo fue tu primer acercamiento con el sotol?

En las afueras de un pueblo, encontré a un sotolero después de horas de búsqueda por la carretera. Logré comprar un litro de sotol y el momento en que lo probé fue una explosión de sabores increíbles: minerales, hierbas, cacao y chile se combinaban en un seco asombroso. El primer sotol que pude probar provino de un alumno de Don Lalo Arrieta, quien es el corazón de este proyecto. Don Lalo es un maestro sotolero de cuarta generación que acaba de cumplir 70 años y ha transmitido su conocimiento a su alumno, lo que ha permitido preservar la tradición del sotol.

Después de este primer encuentro con el sotol, comencé un pequeño proyecto en 2015 llamado Clande, que viene de clandestino, debido a que esta actividad fue perseguida durante mucha de su historia. Empecé a buscar en la región del bosque de Chihuahua y trabajé con 12 productores de todo el estado. Resultó que "el Maestro del desierto", Don Lalo, era el mejor que podía haber encontrado. Trabajé junto con Iván Saldaña, el jefe de innovación y fundador de Casa Lumbre. Ellos eran personas que trabajaban con ingredientes mexicanos para hacer licores y bebidas, destacando nuestra cultura y sabores, y llevándolos al mundo.

Después de encontrar el sotol y los socios, tuvimos que buscar un nombre para todo esto.


¿Cómo surgió el nombre Sotol Nocheluna?

Para mí era importante que el nombre tuviera raíces, no quería que fuera simplemente una idea de marketing. Mientras repasaba el corrido de Chihuahua, encontré un verso que decía "lindas noches de luna alegradas con sotol". Quería que el nombre tuviera esa relación y ese orgullo, para que los chihuahuenses se identificaran con él.

Ya en el buen camino hacia mi objetivo, tengo socios muy importantes como Lenny Kravitz, a quien le encantó lo que teníamos para mostrarle, sin ninguna marca o nombre en las botellas que le enviamos para probar. Hoy, gracias a personas como mis socios de Casalumbre, Lenny Kravitz y yo mismo, nuestro sotol es cada vez más reconocido internacionalmente. Se trata de Chihuahua, se trata de la gente. Si puedo llevar algo de nuestra cultura al mundo, lo haré con gusto. Quería que el sotol fuera artesanal pero accesible, que conservara su sabor y tradición, pero que fuera más amigable y reconocible entre otros licores.


Como socio y educador, ¿cuál es tu enfoque para transmitir esta información y crear conciencia sobre esta bebida?

Mi enfoque siempre ha sido promover la categoría en lugar de una marca específica. Quiero generar prosperidad en mi estado, contribuir al desarrollo económico y proporcionar herramientas para que las personas puedan crear sus propios trabajos.

Ricardo Pico nos cuenta una historia en la que personajes como un maestro sotolero de cuarta generación o una estrella de rock se unen por amor a la tradición mexicana del sotol.

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