SAMANTHA OZER: EL RITMO TEMPORAL DE TONO
Por: Daniela Gutiérrez y Sarah Gore Reeves
Fotografía: Sarah Gore Reeves y cortesía del artista
El arte es una manifestación ineludible de la identidad cultural de la Ciudad de México. Sin embargo, hay una clase de obras que, a pesar de ser populares, no están ni cerca de tener la misma inversión de capital de la que gozan las artes plásticas; el performance, la danza y el videoarte están en esta categoría. Ya sea por su baja rentabilidad o por la falta de exposición, lo cierto es que no se les da el crédito suficiente a este tipo de “artes temporales”. Samantha Ozer quiere cambiar eso.
Con una trayectoria curatorial que incluye proyectos con instituciones como Zona Maco, Galería David Kordansky o el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), Ozer decidió fundar TONO, un nuevo festival que busca conectar algunas de las instituciones más importantes de la ciudad, así como exhibir y celebrar esta forma de arte que se nutre del movimiento, y en la que el artista dicta el tiempo que el espectador pasa con la obra.
“Me interesa la relación entre las imágenes en movimiento, la música y la danza, por lo que decidí que el tema principal de TONO fuera el ritmo”, mencionó Ozer en exclusiva para M de Milenio. “El proyecto nació porque México tiene una rica y abundante historia de performance, pero hablando con artistas y curadores, me di cuenta que cada vez son menos las estructuras que apoyan a esta disciplina. En términos de videoarte, hay artistas haciéndolo, pero creo que más instituciones podrían presentarlo. También, quería crear una conversación que conectara los medios del videoarte y el performance en Ciudad de México”.
Además de esta falta de exposición, la rentabilidad es otro factor que afecta a las artes temporales. A diferencia de una pieza material que puede ser vendida y comprada, el mercado no favorece disciplinas como el performance o el videoarte por no ser muy redituables. Pero TONO no es una feria comercial, sino una exhibición a gran escala; su fundadora no está en busca de una ganancia monetaria. “Quería hacer este festival como una manera de promover esta forma de arte y celebrarla en la ciudad”, comenta.
Con el ritmo como hilo conductor para explorar distintas dinámicas, TONO intercalará talentos establecidos como Arthur Jafa, ganador del León de Oro en la Bienal de Venecia de 2019, con artistas emergentes como Paloma Contreras Lomas, ganadora del Premio Artista Emergente CIFO 2020. La actuación más grande será una ópera del NAAFI —concebida por Alberto Bustamante y Lauro Robles, e interpretada por La Bruja de Texcoco, con dramaturgia & dirección escénica de Pepx Romero— producida por Matte y TONO. Algunas de las instituciones que participarán en la feria son el Museo de Arte Moderno, el Centro de Cultura Digital, el Museo Anahuacalli, el Laboratorio Arte Alameda, el museo Ex Teresa Arte Actual y Proyecto Público Prim con su nuevo espacio, Casa Margarita.
Esta primera edición de TONO comenzará el 18 de abril. Algunos de los vídeos formarán parte de Watch & Chill, un proyecto del Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Corea (MMCA). Después de su conclusión el 30 de abril, el festival viajará a Seúl, a Melbourne con la Galería Nacional de Victoria y a Massachusetts con el museo Peabody Essex. Samantha planea que TONO se convierta en un evento anual en el que la gran popularidad del arte temporal sea acompañada de la inversión que merece. “Esta es una ciudad con una escena artística muy fuerte, y con una enorme atención internacional, pero no con el apoyo suficiente al performance y al videoarte”, afirma.
La fundadora espera que este festival se convierta en un homenaje a esta disciplina en la que el artista y el público se convierten en cocreadores de la obra, de esta experiencia transformadora, de esta celebración del presente.
TONO se inaugurará el 18 de abril, y tendrá una duración de dos semanas. Para consultar el programa completo de actividades, ingresa a tonofestival.com.