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SAMANTHA SIQUEIROS: CON FE INQUEBRANTABLE

Por: Sarah Gore Reeves y Daniela Gutiérrez
Fotografía: David Roemer

Samantha Siqueiros se mudó a Ciudad de México a los 19 años, esperando conseguir papeles distintos a los que le ofrecían las telenovelas. Como muchos otros actores mexicanos, quería desafiarse a sí misma. En agosto de 2022, hizo una audición para Berlín (que se estrena este mes), un spinoff de La Casa de Papel, y un año después su carrera definitivamente ha cambiado para siempre.


La actriz habla abiertamente de cómo la expansión de sus horizontes le abrió nuevas oportunidades. Además de su carrera, está especialmente interesada en luchar por los derechos y las oportunidades de las mujeres en la industria cinematográfica. Se ha pronunciado sobre la necesidad de una representación más diversa, mejores salarios e igualdad de trato. Siqueiros cree firmemente que utilizando su plataforma para el bien común puede lograr un cambio, y tiene una herramienta que la ha ayudado a enfrentar todos los retos que la vida le ha puesto enfrente: fe.


¿Cuándo descubriste tu pasión por la actuación?

Siempre supe que podía lograr grandes cosas, a pesar de venir de una ciudad pequeña. Constantemente me cuestiono mi propósito en este mundo y, siendo una persona muy exigente, canalizo esa dureza en mi trabajo. Desde joven, sabía que quería dedicarme a trabajar en la televisión, por lo que comencé a estudiar Ciencias de la Comunicación. Cuando tenía 19 años hice una audición para Televisa, y en ese punto de mi vida, tuve que decidir entre continuar con mis estudios universitarios o perseguir una carrera en actuación. Aunque no tenía certeza sobre mi elección, siempre he sido aventurera por naturaleza. Decidí escucharme, confiar en mi intuición y en mi corazón. A pesar de los miedos y las dudas, seguí mi corazonada y me embarqué en esta aventura de la actuación.


¿Cómo continuaste aprendiendo después de dejar tus estudios universitarios?

Decidí mudarme a la Ciudad de México antes de cumplir los 20 años, a pesar de sentir un miedo enorme hacia este monstruo. Mientras continuaba mis estudios en el Centro de Educación Artística (CEA), me esforzaba por avanzar y aprender más, siempre he sentido esta sed de conocimiento. Solía salirme de la escuela para ir a audiciones, con el objetivo de superar mis miedos y prepararme. Esta determinación me llevó a tener problemas en la escuela y a meterme en líos, pero siempre he llevado en mí este deseo constante de superarme.


¿De qué maneras resuelves los problemas que se han presentado en tu carrera?

A medida que voy progresando, he enfrentado pequeños desafíos como tener que cantar o tocar la guitarra, pero lo veo como una oportunidad para aprender y crecer si realmente me lo propongo. La clave para superar estos obstáculos está en disfrutar del proceso, ya que si lo encaras como una carga, solo vas a sufrir. Ver los retos como una forma de diversión y aprendizaje es la clave para enfrentarlos con éxito.

A diez años de haber tomado la decisión de convertirte en actriz, ¿qué es lo que más disfrutas

de tu trabajo?

Para mí, lo importante de ser actriz radica en vivir experiencias dentro de un personaje que tal vez nunca experimentaría en la vida real. Se trata de sentir, de explorar cómo se expresa una persona y representar la expresión humana. Eso es lo que considero hermoso de mi trabajo: darme cuenta de que mi cuerpo es capaz de experimentar emociones tan profundas, y que todos, en algún nivel, compartimos esas emociones universales.


¿Cómo ha cambiado tu manera de actuar con el tiempo?

A medida que avanzo en mi carrera, los personajes se vuelven más complejos. En mi proyecto más reciente, Berlín, además de tener que hablar y cantar en francés, estaba rodeada de actores de alto nivel como Pedro Alonso, lo que me hizo sentir un poco presionada y cuestionarme si realmente merecía estar ahí. Sin embargo, siempre me esfuerzo al máximo y me comprometo plenamente con mi trabajo, eso me dio confianza. A pesar de la presión, como actores debemos aprender a estar relajados en el escenario y permitir que las cosas fluyan. La actuación se vuelve una experiencia espiritual cuando dejamos que las emociones ocurran de manera natural, en lugar de forzarlas.


¿Qué te gustaría lograr en el futuro?

Tengo un hambre insaciable de aprender y un deseo ardiente de absorber todo lo que el mundo tiene para ofrecerme. Quiero llenar mi vida de experiencias, crear personajes memorables y ser mi mejor versión. En mi viaje personal, la única competencia a la que me enfrento es a mí misma.


¿Puedes compartir algún aprendizaje que te haya marcado?

Me gustaría que la gente se diera cuenta de la importancia de tener fe. Para mí, la fe ha sido fundamental en mi carrera, aunque mantenerla ha sido muy difícil. Mi trayectoria profesional es inestable, por lo que creer en uno mismo es esencial. Esto requiere disciplina, esfuerzo y perseverancia, porque si no, las cosas simplemente no suceden, pero es esencial hacer todo con fe inquebrantable.

De La Paz a Madrid, la actriz mexicana Samantha Siqueiros comparte un poco sobre los retos y obstáculos que han dado forma a su historia.

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