El cambio es parte de nuestro día a día, y eventualmente alcanza a la moda. Los grandes nombres tras bambalinas son los del fotógrafo de moda Steven Meisel y la directora creativa Giovanna Engelbert, líderes visionarios de este proyecto.

La campaña se inspira en la herencia austriaca de la marca, sobre todo en las mágicas habitaciones del jardín creadas en el Palacio de Schönbrunn de Viena en el siglo XVIII. El lente de Meisel logró convertir en mágicos íconos a las familias joyeras conformadas de Swarovski.

En este jardín encantado empezamos con la mariposa, emergente de la familia Florere, de espíritu libre e intrépido. Tanto sus colores rosas y amarillo cálido como sus cristales animan a descubrir mundos nuevos. Un animal viajero, como lo es el loro, proviene de la familia Idyllia, simbolizando individualidad con sus cristales rojos y amarillos. Una criatura marítima como la tortuga representa la longevidad, llaman la atención sus verdes brillantes y toques de rosa, es proveniente de la familia Millenia y cautiva con la arquitectura de su caparazón. Por último, una fresca fruta se une al grupo representando a la familia Idyllia, las líneas y ángulos de la piña irradian brillo con sus colores verdes y dorados.