Una celebración al cuerpo humano, a la playa y a la esencia de la marca. 

El clásico trench coat inspira gran parte de la colección. La gabardina se utiliza para confeccionar faldas y sacos que se unen por la espalda. Un sentido de verano se apodera de la colección. Trajes de baño que llegan hasta el piso, con bodysuits integrados que convergen en la cintura.

La moda de hombre combina piezas relajadas de streetwear con cortes adaptados al cuerpo, una nueva forma de consciencia corporal. Encaje y tulle forman detalles decorativos, suavizan la figura masculina.

Añadir capas es fundamental. Fragmentos llenos de sensualidad se asoman entre las diferentes texturas y telas que cubren al cuerpo.

Inspirada en el mar, juguetes de playa que nos remontan a la niñez. 

Y como sucede siempre con Burberry, se muestran las dicotomías y contrastes de estos juegos inocentes combinando las mas sofisticadas piezas en una serie de elegantes vestidos de terciopelo, enfatizando la figura femenina.

La colección evoca una formalidad sobria, sin a su vez dejar de ser contemporánea.