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THE ZONE, CHERNOBYL (2013-2020): UN DESASTRE CONTEMPORÁNEO

THE ZONE, CHERNOBYL (2013-2020): UN DESASTRE CONTEMPORÁNEO

Por: Lorena Domínguez y Daniela Gutiérrez

Fotografías: Cortesía de la galería

Un espacio inhabitable y 5 años de trabajo forman parte de la muestra fotográfica que Raúl Ortega Ayala nos presenta en la galería Proyectos Monclova en la Ciudad de México.

Raúl recopila por primera vez, la historia de cuatro antiguos habitantes de esa zona que sufrieron los estragos de ese desastre con la intención de recapitular las problemáticas sociales, políticas y ecológicas que se desencadenaron en la ciudad de Prípiat y sus alrededores después del accidente nuclear de Chernóbil, en Ucrania.


Desde el inicio del proyecto, Raúl Ortega Ayala estableció que un porcentaje de los ingresos recaudados por la venta de obra se concederían a fundaciones que trabajan en Chernóbil. En esta ocasión, el artista ha decidido donar una parte de los ingresos recaudados durante la exposición a los colaboradores del proyecto y a sus respectivas familias, quienes actualmente radican en Ucrania o que han sido desplazados por la reciente invasión rusa.


En exclusiva para M, platicamos con el fotógrafo sobre los espacios y lugares en desolación y como estos se volvieron parte de la memoria colectiva actual. La exposición estará disponible hasta el 13 de agosto.

  1. El accidente nuclear de Chernóbil es uno de los eventos más explorados mediáticamente hablando. ¿De qué manera difiere esta narrativa de las que se han expuesto anteriormente? Cuando inicié este proyecto en el 2013, gran parte de la información que encontré estaba enfocada en el accidente y no en las consecuencias que tuvo en la gente. La pelı́cula The Zone (La Zona), busca contribuir a las narrativas de este evento, pero a partir del relato directo de sobrevivientes que vivı́an en el área circundante, y que cuentan su propia experiencia.

  2. ¿Porque escogiste Chernóbil? ¿Qué fue lo que te llevo a retratar este lugar? Chernóbil fue uno de los peores accidentes tecnológicos del siglo pasado, pero sus consecuencias se extienden más allá de esa centuria. Lo ocurrido ahı́ afectó a un sinnúmero de gentes mucho después de que el accidente quedara “contenido”, por la exposición a altas dosis de radiación que muchos habitantes padecieron. Y el esparcimiento de radiación también deja una gran parte del territorio aledaño al reactor, inhabitable para seres humanos por miles de años.

  3. ¿De qué manera se relacionan las fotografı́as de Prı́piat y el ejercicio cinematográfico dentro de la exposición? La pelı́cula sigue a cuatro antiguos habitantes de Prı́piat mientras recorren los escombros de esa ciudad y relatan sus historias. Las fotografı́as, por su parte, retratan detalles de lo que dejaron atrás los antiguos habitantes de la zona de exclusión, los restos de la parafernalia y las estructuras monumentales soviéticas; y la escala de los espacios abandonados.

  4. ¿Cuál es el papel de cada uno de los 4 relatos que se recogen para esta exposición? Es decir, ¿por qué́ la elección de estas 4 personas? Me interesaba que los relatos vinieran de personas que tuvieron experiencias distintas de la catástrofe. Están el vicealcalde de Prı́piat, que colaboró en el desalojo de los más de 50,000 habitantes de esa ciudad; un sobreviviente que era niño en aquel entonces, un entrenador que tenı́a a más de 200 niños a su cargo el día del accidente; y una mujer que tenı́a una hija de apenas 9 meses de edad en aquel entonces.

  5. Después de todo el tiempo que pasaste en la zona de exclusión, ¿qué aprendizajes, tanto profesionales como personales, llevas contigo? Son varios. Por un lado ví la falibilidad de un sistema polı́tico y de una tecnologı́a que prometı́a un futuro que nunca llegó, y, que, por el contrario resultó ser perniciosa. Y por otro, me toco conocer gente que mostraba una increı́ble resiliencia a pesar de haber experimentado la pérdida de gente cercana y de sus comunidades, de sufrir una migración forzada, y de padecer las consecuencias directas del accidente.

  6. Además de ser un ejercicio expositivo, ¿hay algún argumento o pensamiento sobre The Zone, Chernobyl que nos quieras compartir? La radiación que queda en la zona de exclusión va a tomar miles de años en degradarse. Va a tardar más en descomponerse que una obra de arte, una botella de plástico o un vestigio arquitectónico. Mi pregunta es: ¿será esto lo que va a sobrevivir, más que cualquier otra cosa, como legado de nuestra civilización?

@ _monclova

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